sobre infideles, el anticristo y la paz mundial

Parece que la psicología está de moda por estos días.

La reciente muerte de Abu Amman, Yasser Arafat’s nom de guerre, va al grano en esto. Las multitudes que lo recibieron en Ramallah fue un evento lleno de emoción que causó que varios comentaristas de CNN, la BBC y otros sacaran a flote sus ideas preconcevidas de lo que el mundo debe de ser. Las sociedades del Occidente demandan orden; ver la multitud tumultosa fue causa de irritación para muchos en el occidente y hasta el grado de producir asco. Como si la procesión fuese de su propia cultura cuando fue un evento de luto nacional para el pueblo palestino, fue todo un simbolo el evento en sí. ¿Cuántos lideres mundiales no hubieren querido una despedida final así? Entonces la muerte de Yasser Arafat fue un acto psicológico hasta el fin. Lo curioso es que la muerte del lider palestino no causará cambios como Sharon, Blair y Bush lo proponen. Y es que la mentalidad occidental, por lo visto con la reelección de George W. Bush, no está preparada para ello y en realidad no les conviene a los antes susodichos lideres mundiales, ahora veremos por qué:

El imán de una comunidad musulmana tiene que llevar acabo jihad (Guerra Santa) en contra de la gente del “territorio bélico” que linda con el “territorio de Islam”. Los lideres del ejército tienen que cerciorarse que estas gentes conozcan las enseñanzas del Islam y si rehusan seguirlos [los mandamientos de Islam]: entonces es necesario luchar en contra de ellos. Por eso La Santa Guerra era permanente en las fronteras del Islam. No había una verdadera paz posible entre Musulmanes e infideles. Esta era una noción teorética absoluta que no podía sostenerse con hechos irrefutables, y el expediente jurídico tenía que ser encontrado, el hila, para sortearlo pero a la vez guardar sus preceptos. La doctrina le otorgaba a los principes musulmanes la posibilidad de entrar en tregua con los infideles, por un espacio máximo de 10 años a lo mucho… *Emile Dermenghem

So el Islam, hoy en día, está reducido a una mentalidad de los califas de una Iberia del siglo nueve; está en su mero punto y en directa confrontación con los infideles. Por eso Palestina parece nunca poder tener paz ni aunque tengan un ejército tan poderoso como el estado de Israel que insiste en ponerlos en su lugar a cada rato con sus armas militares tan poderosaas. Amén de los aliados estadunidenses; ni podrá jamás por mucha simpatía que haiga por los palestinos en la Casa Blanca y es que la religion judeo-cristiana que domina ese poder en Washington tiene un diablo que lo imposibilita para tener paz con Israel, es el Anticristo. Curiosamente el Anticristo vendrá haciendo buenas obras y llenas de caridad, como traer paz al mundo, concordancia mundial y la eliminación del hambre en el planeta. Y aún más curioso es que el Anticristo tiene otras conotaciones: “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”. (1 Jn 2 22); mas eso nos aleja de nuestra primordial bsuqueda aquí, el por qué EEUU esta incapatabilizado para hacer la paz en Isreal y con los Palestinos.

Es sencillo, nadie en los EEUU quiere ser el Anticristo, si un presidente de los EEUU firma la paz las conotaciones de que él es el anticristo no se haran esperar y las masas, como las masas que salieron en pos de Yassser Arafat saldrán a las calles a defender su religión. So la psicología aquí es de suma importancia y parece que este obstaculo, el de la religión protestante en una hyperpotencia como los EEUU, es un problema para gobernar y salir adelante en este mundo lleno de guerras desde que nací. ¿Pax Americana? ¡Ja!

En terminos bélicos, my friends, what we have before us is a Mexican Standoff.

*tomado del libro de Georges Bataille The Accursed Share Vol 1

This entry was posted in Espiritualidad. Bookmark the permalink.