Manifiesto

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Julio Sueco
8 de marzo de 2003

La verdad yo no sé si soy mexicano como tal y cual la imagen lo indica. Supuestamente los mexicanos descendemos de los Aztecas y los Españoles. Según la historia y la ideología del estado. Mas yo me pregunto, seriamente por supuesto, si eso es en verdad. ¿Por qué? Porque yo nací en Baja California. Un estado federal de los Estados Unidos Mexicanos si apenas 55 años viejo y con menos historia que un foco inventado por Thomas Edison. Esa es la neta. Los mexicanos que a’í empezaron a formar el estado por aquellos entonces, de seguro sí eran de esos mexicanos ‘ideológicos’ pero lo curioso de mi estado es que no sólo mexicanos se han aventurado a pasar un rato ahí. N’ombre, pa’ na! Ahí hemos tenido de tocho morocho. Güeros, Negros, Chinos, Nipponeses, Turcos et al. Pa’ 1950 erase ya tocho un revoltijo. Claro que la población mexicana siempre ha mantenido su mayoría pero no creo que los extranjeros se hayan aguantado las ganas de echarse una que otra mexicanita o mexicanito por a’i. Dejaríamos de ser mexicanos si así fuera. Ya para los años en que yo nací, 1966, me imagino la sangre local diluida de rasgos Españoles o Aztecas. Yo no creo ser ni Español ni Azteca. Baja Californiano sí. Mexicano también, pero no de esos como los pinta el estado.

5 de abril de 2003

Yo arguyo que en Tijuana existen formas de Aztlan. Habemos chicanos en Tijuana en the full sense of the word ’chicano’. Es nada más de darse una vuelta por colonias aledañas al centro de TJ. Centro for me quiere decir Ave. Rev et al. Aquí existe una comunidad de chicanos y sus parentelas speaking english, eating taco, raza. To be Chicano, I deduce, doesn’t quiere mean que vivas in the EEUU. The chicano mentality is more of an awarenes that is conceived from the womb on. Being bilingüe helps pero basta escuchar historias de gente nacida en TJ que se adentra a los estados de México para escuchar que over there lo hacen a uno acá gringo ya. Ni siquiera entienden nuestro language muy proper de nosotros. Por eso el boom este que se esta dando de la llamada Narrativa del Norte, se admiran, según tengo entendido, de nuestra forma de adjetivizar.

16 de abril de 2003

Uno de los encuentros más perplejos que me haya encontrado en mi vida, como chicano de Tijuana, es la cuestión del tiempo y la historia que permea mi identidad.

Ser chicano es vivir la historia de nuestras naciones, la mitología que ello conlleva, la azteca, la maya, y la cicatriz que nunca sana del 1848.

1848 es un punto de partida para nuestra región y es un puente que une tanto como desune a chicano como mexicano.

Un ejemplo de ello es encontrarse con mexicanos del centro de la nación. Cuando buscamos solidaridad por medio del lenguaje común que tenemos, nos topamos con la crueldad de la fría y calculadora pared de la a veces fingida ignorancia. Este hecho se les pasa de largo, me dicen, eso ya fue, ya pasó.

Me miran medio extraño sin ver el hueco que las palabras de sus bocas, como el obús deja boquetes, dentro de mis intestinos. Me dejan sin historia, sin existencia, pero ellos no lo saben, ¿cómo pues recordar algo que hace ya tanto tiempo pasó y que marca el ritmo de mi vida?

Al igual con los españoles, si a caso a lo mucho unos todavía se disculpan, es más, te dicen, esos no fuimos nosotros, los de ahora. Esos son los sensibles, pero el joe average de la calle hasta mordaz se torna en contra de la boca que osó sacar de los anales de la historia anécdotas de hace ya 500 años atrás. Lo sé, en Madrid del 98 me encontré con mucho de esos.

Es un trauma en verdad, llegar al país del que tanto se habla en las bocas de la gente, y los libros de las escuelas, se habla de él como un padre ausente y desgraciado pero al que queremos conocer en todos modos.

No saben del dolor que aún corre como corriente eléctrica dentro del idioma ese que nos dejaron hace siglos ya y que es un dolor que se transmite de generación en generación y que resiste la muerte, como si los microbios esos que tanto mataron a gente indígena fuera un elixir preparado por un brujo del vudú que nos dio vida por milenios ….

Queda la autoestima reducida añicos por vivir eventos ya tan viejos.

Es un fenómeno que no logro explicarme pero algo casi endocentrico de muchos tijjuanenses, se diría, porque no vemos más allá de nuestra región, nuestra querida y amada comarca.

Digo, para aquellos que son experimentos vivos de los sistemas escolares tanto de Baja California como el de California. Porque hay que diferenciar entre una comunidad afluente de Tijuana que se la pasa y tiene medios para flotar entre ambas naciones sin arraigo a más de un país a la vez y aquellos Tijuanenses de escasos medios que crecimos en ambos países, jurando lealtad, ante ambos lábaros, ser Mexicano, ser Americano. Para esos que se les enchina la piel al escuchar el Star Spangled anthem y el Himno Nacional Mexicano.

Ese soy yo.

25 de mayo de 2003

American Citizen. Me mandaban a comprar peanut butter, sabían, por eso lo hacían. Y la verdad me daba cierto orgullo hacerlo, pero como todo en mi vida, fuera de Tijuana soy el más sólo del mundo, nadie más podía hacer las tranzas que yo me aventaba, así que divagaba sólo por los entonces aquellos centros comerciales de San Diego. Unos na’más me mandaban pa’ver si lograba la hazaña, pa’ ver sí era cierto que podía, siempre lo lograba. Dos veces me torcieron na’más, pero porque ni la disimulaba, después lo realce a una forma de arte, me les pasaba hablando español, desafiante, briago de ideología chicana. Jamás utilice mica. Nunca ocupé de papeles, ni los procuré aún viviendo y estando allá. Ser chicano para mí fue una cuestión de política que practicaba en mi vida. Pasaba como perro en mi casa. Esta mañana me acorde de una vez que pasé. Llegando a revisión le dije al migra: ‘American Citizen’, se me quedo de wachas y me dijo. ‘How do I know you’re an American?’ Me patinó el coco. Más ya estaba tan impuesto a pasarles sin papiros que ni nervioso estaba. Le contesté: ‘You don’t.’ Na’más me hizo un gesto con la mano, ‘pasale’, era todo lo que necesitaba. Pasé sin más.

Off course, todo eso fue antes del 9/11 …

7 de junio de 2003

Por ahí habló Heriberto Yepez de los chicanos.

Yo soy chicano, es más, hasta arguyo que Tijuana es Aztlán también.

Se nos da un manual de instrucción en el post, “¿Cómo sacar de quicio a un chicano? Diciéndoles lo que son: norteamericanos.

( erh, ¿y los de Tijuana? ¿También nos vamos a insultar si nos dicen eso?)
Una de sus variantes. Ex-mexicanos.”

En Tijuana somos Mexicanos por el simple hecho de haber nacido en territorio Mexicano, ¿pero es en verdad Tijuana Mexicana? El constante flujo de immigrantes mexicanos arguye por un sí. Pero …

Yo mismo me cuestiono mis orígenes étnicos. La mitología del estado mexicano la cuestiono día tras día. Yo no tengo prueba de que tenga sangre Azteca ni mucho menos gachupín. Mi familia tiene tres generaciones en Baja California: Ensenada-Mexicali-Tijuana. Hablo español por el simple hecho de haber nacido en Tijuana, pero por igual el inglés ha sido un fiel acompañante en mi vida como Tijuanense. Lo más correcto seríase emfatizar que soy bi-cultural, tengo pues rasgos en mi que son tanto como Mexicano que como anglosajón. La picina genética de mi ciudad es inmensa, güeros, negros, asiáticos, indígenas y quién sabe qué más. Nada que ver con el conflicto de la conquista, mi estado no tiene ni 70 años de viejo. ¿Somos Mexicanos?

¿O simplemente usamos mascaras, o utilizamos el equipaje cultural que nos regala nuestra situación geográfica para defendernos de lo que en verdad semos? Immigrantes que como buen anglosajón esta exterminando a la población indígena del estado.

10 de junio de 2003

Y sigue la mata dando …
Chicano: dice X que ellos son ex-mexicano. Suponiendo pues que él sí es mexicano. Mexicano es un concepto, una ideología, por ende puede decir eso de los Chicanos, ex-mexicanos. Lo malo de esa dimensión en la que se contrapuso X es que lo antepone como uno: él es mexicano. Lo peor es que habla por muchos sin querer queriendo, es una idea que se formulan en la sociedad ciertas personas como él sobre Chicanos: el hecho de que no nacieron en México; hablan otro idioma y tienen otras costumbres. Por mucho que tomen tequila, canten norteñas y compren mexican jumping beans.

Yo arguyo que no hay más mexicano que aquel que se encuentra en el extranjero y de hecho, nuestros compatriotas practican el mexicanismo ideal que muchos cargamos en nuestra conciencia pero debido a la cruel realidad que se nos presenta en México desistimos de ello inmediatamente ya que la panza es primero.

Los Chicanos no se olvidan de los suyos. Es por eso que Fox les tiene respeto, por mucho que les llame inmigrantes habla de Chicanos cuando habla de inmigrantes.

Mas duele encontrarse con la envidia de muchos. Ex-mexicano. Pocho es un sinónimo de gabacho para muchos pero la verdad no puede estar más lejos de la realidad. Para mi que X pasó too much fucking time en el afuera de TJ.

El peor shock que un Chicano pueda recibir, and are you hearing X ? es decirles: qué 1848? Peor aún, diles: eso ya pasó. Eso si duele güey.

Los chicanos son más mexicanos que X , la verdad. Por lo menos ellos tienen la gracia de querer recuperar aún los territorios que nos robó EEUU. Lo que los mexicanos de X vendieron ya en el poder.

14 de noviembre de 2003

1977

Estando en los EEUU siempre fui lo que los gabachos llaman un illegal alien. Esa es una composición netamente legal, nada que ver con la gente y la cultura que compone nuestra sociedad. Me llevaron de escuincle a Los, tendría algo así como 8 años cuando crucé la frontera de manera ilegal, por primera vez, en una wayina, Chevrolet. Yo iba atrás, tenía las ordenes de hacerme el dormido, pero a mí no se me conoce por obedecer mucho y hice lo que se me pegó en gana, puse los brazos encima del asiento de atrás y descansé mi quijada en el vynil del asiento, estaba mirando cómo cruzábamos, ante el nerviosismo de mi pariente, sólo alcanzó a decirme, así, así quédate César, vas bien, el migra ni nos peló, puro mexican iba abordo del ranflón aquel. Era de noche, lo único que recuerdo de esos lares estando ya allá pues, era que the Star of India, estaba brillando con mucho esplendor esa noche, llena de luces, todos nos sorprendimos de la hermosura de ese barco, íbamos rumbo a San Francisco, donde mi xente vivía en aquellos entonces.

Morrillo que estaba luego luego se me pego la tataracha, ya cuando llegué a Tijuas de nuevo no sabía español, llegué con mi certified Pocho title. Antes de irme había cursado la Alba Roja, y como ya no vivíamos por la Tercera, si no por la Segunda, me tocó la Gabriel Ramos Millán, por la Zona Norte cuando regresé de mi estancia de dos años por allá. La raza luego luego se dio color de mi, era la sensación pues, me pusieron el alias “el Americano”. El puro pegue con las morritas hasta que se me salió un pedillo en el salón cuando regresaba de recoger un papelito del escritorio del profe, todos se rieron de mi, y la normalidad se esparció, como aquel gasesito, en el aire, después, a los meses, en ese mismo salón veíamos como salía el humo de la tienda Dorian’s cuando se quemó.

Lo malo es que estando en Los iba pasar a quinto y los nacionalistas celosos que componían la ciudad de Tijuana de aquellos entonces tenían el sentimiento que la educación gabacha era de lo peorcito en este mundo y me retacharón a tercero, ni modo, ni que hacerle ahora. Era como ese mito que la gente se traía antes, según la raza los niños mexicanos tenían mejor salud que los enfermizos gabachitos, pues según ellos esto se debía a que a nosotros nos dejaban jugar en la tierra y los gabachos, siempre conscientes de su limpieza no dejaban que los microbios se asentaran en los niños gringos, lo que no producía mecanismos de defensa, puede que haya tenido razon la raza, yo que sé? Mi infancia en esos días era casi un paraíso.

Me acuerdo de una vez que brincamos el cerco de la línea, La escuela queda ahí a raz de la línea, lueguito lueguito, había un parque infantil que se devisaba desde la escuela, y una vez nos fuimos a jugar, al otro lado, no recuerdo haber sentido ninguna sensación especial al cruzar el cerco, no existía bordo en esos tiempos, era de abrir la malla nomás y ya estabas en Los, jugábamos en los columpios, en los resbaladeros, era un parque mucho más mejor de lo que Tijuana ofrecía para uno en aquellos tiempos.

Una vez nos torcieron ahí, la migra nos subió a la troca verde y blanco con su escudo de INS y se escuchaba en la radio las decisiones que les indicaban tomaran los gringos, yo sabía inglés y pues supe que no habría tos, hasta les hablé en inglés a los migras, cosa, me gustaría pensar, que les ha de haber sorprendido. Calmé a mis compas, ahorita nos sueltan, les he de haber dicho. No recuerdo con exactitud cómo estuvo el rollo pero nos soltaron y empezamos a encaminarnos de nuevo hacía la escuela, de repente, ante la emoción de haberla librado empezamos a correr, entre risas y miedo, carcajeábamos con soltura, corriendo hacía la escuela de nuevo, fue entonces cuando todo se blanqueó para mí, sabía que iba corriendo, riéndome, pero todo se volvió un campo como una hoja blanca, no había nada, sólo mi conciencia viendo ese espacio blanco.

15 de noviembre de 2003

Sus modos de vida ya no son los mismos de las normas mexicanas y no están asimilados por completo a los patrones angloamericanos ” copiado de un post que comenta sobre un libro en el blog Sor Juana.

Empecemos por eso de que Sus modos [la de los Chicanos] de vida ya no son los mismos de las normas mexicanas. ¿Qué normas Mexicanas? ¿La visión Mexicana que Bucareli lanza desde el DF? ¿Qué son normas Mexicanas? ¿Existe eso? ¿A qué aluden esas normas?

Esto damas y caballeros es una visión ciega de los mexicanos que se lanzan al extranjero a proveer lo que la oligarquía mexicana no puede hacer por sus compatriotas; el capitalista mexicano es más traidor puesto que no provee ni produce empleos con el dinero que se produce en México y se le ataca al indefenso inmigrante que se va a los EEUU, hijo perdido, curiosamente es el que más produce remesas para México. Esta visión de México fue recientemente expresada también por un notable periodista fuera de Baja California, radicado de hace mucho en Tijuana, Blancornelas escribió lo siguiente en su página Conversaciones Privadas el 27 de Octubre 2003: En México los persiguen miseria y desdicha. Desgraciadamente entran al desarraigo. A mezclarse con otras razas. Pierden nuestras costumbre. Pierde México.

La pregunta es: ¿A qué se debe este ataque sistemático por parte de gente institucionalizada en México? ¿A qué se debe el miedo? ¿Será que amenaza las normas que constituyen al México de hoy? No quiero mezclar inmigrante con Chicano, pero inevitablemente ambos son sostenidos por este flujo migratorio al que ciertas instancias de la política mexicana hace blanco de ellos ya que no existe una banca coordinada para defenderse de estos embutes por parte de las instituciones que supuestamente no debería de hacer diferencia de un mexicano del otro, cosa que hemos visto, es justo lo que pasa, existe ese viejo vestigio de la era colonial de clasificar razas. Lo peor de todo es que es un mito dentro de la sociedad mexicana de creer que todo aquel que sale del país en busca de vida mejor cesa inmediatamente de ser mexicano.

Esto es una de las mentiras más grandes y propagadas que pueda haber entorno a este fenómeno sobre Mexicanos ya que los mexicanos en el exterior son mucho más mexicanos que los mismísimos mexicanos en México. El ejemplo más grande es los Chicanos, estos tienen una visión de México contraria a Bucareli, quieren los territorios de México que este perdió en la guerra del 1848! Son los que más consumen y mexicanizan en los EEUU cuestiones y tradiciones mexicanas que en ninguna parte de México celebran ya con mucho esmero y hacen fiestas a la mexicana como debería de ser porque hay dinero para hacerlo, mexicanizar cuesta dinero y en el exterior de eso hay mucho.

Es miedo, la oligarquía tienen miedo de perder terreno, por eso la propaganda en contra del mexicano emigrado puesto que el mexicano en el exterior se da cuenta de lo corrupto que México es y quiere cambios, cambios que amenazan las normas de México, sus costumbres de corrupción, de inmunidad, esas normas que hacen del mexicano algo que ya no quiere ser, por eso se va, porque la oligarquía sólo es de gimi, gimi, gimi.

La visión que sale de Bucareli esta caducada ya, otra vez la sociedad esta sobrepasando al gobierno, esperemos y no pasen otros 70 años para que el cambio se logré, pero es sorprendente que Bucareli no tenga programas para combatir este tipo de propaganda siendo que Bucareli existe por esas remesas que esos mexicanos, con sus tradiciones que los obligan a seguir siendo mexicanos, manda para su xente. Divide, causa fricciones innecesarias, justo cuando debemos todos estar más unidos, ¿por qué el silencio de Bucareli en este tema?

16 de noviembre de 2003

Pocho tijuanense o un nativo de Tijuana un tanto agabachado

“Sus modos de vida ya no son los mismos de las normas mexicanas y no están asimilados por completo a los patrones angloamericanos ” copiado de un post que comenta sobre un libro en el blog Sor Juana. II

Aaaah! La inspiración, el chicanismo es uno de esos tópicos que dan como una veta de oro en sudáfrica, siempre pa’bajo.

Hay dos tipos de pochos en nuestra cultura.

El uno es Tijuanense, 3000 border kilómetro version like. Ese pocho es un nacido allá, siendo ese allá el Otro Saite o crecido con la cultura gabacha en Tijuana, teniendo acceso directo a los EEUU.

El pocho Tijuanense, a comparación del Pocho gabacho es uno que tiene una cosa envidiable: nació allá o su cultura es gabacha mas tijuanense.

El resentimiento que nace y que se hace sentir por medio de vituperios y reclamos de que uno no es de México yace en que el pocho tiene los medios materiales (y modales en cierta extensión) que otros quisiesen tener en territorio mexicano, mas no los tienen, lo cual los hace ajenos, diferentes, al medio ambiente que cohabitan.

El pocho es pues una especie de Junior sin el tinte mal manchado que ahora da a entender ese termino. Recordemos que Junior es pues no una élite de familias de bien si no de trabajadores que por sus trabajos prefirieron dar luz allá porque ahí (TJ you know) no rendía la labor de uno.

Junior es antónimo de Senior en inglés. Prolongación, un aspecto que cae bien en los sistemas patriarcales Tijuanenses y que indica algo que familias Tijuanenses no tenían (porque muchas de esas familias vienen del sur) pero que daba cierta especie de Nouveau riche con raíces a la tierra. Ser Junior es ser parte de la tierra que les vio nacer, como una élite que viene de lejos para gobernar la tierra de uno.

Nada que ver con los pochos Tijuanenses al que este post va, pero que es importante puntualizar por eso de la comparación. Lo que pasa es que el Pocho es causa de envidia ya que tiene acceso a medios que un ciudadano normal de Tijuana no tiene pero que quisiera tener por cuestiones de aspiraciones personales, ideales, sueños etcétera etcétera y que el ideal Tijuanense demanda, es pues el empuje a algo mejor. El ideal a promover (a voces secretas please!).

El Pocho Tijuanense es indeseable porque tienen acceso al ideal y es causa de envidias por ese acceso.

El pocho gabacho is another historia.

Pocos saben de este fenómeno el cual goza de una especie de renaissance por estos días ya que la venganza de estos se esta dando por muchos medios artísticos y curiosamente, estan rejuveneciendo aspectos mexicanos ya en el olvido. Los pochos se están vengando del ostracismo al que fueron sometidos durante muchas decadas. (pistas a seguir: pocho.com fundado por el Tijuanense Lalo Alcaraz).

El pocho gabacho es continuación de ese desprecio que los mexicanos tienen por otros mexicanos que se van al exterior y abandonan el país. El Pocho es segunda generación del mexicano emigrado, el mexicano entre mexicanos que deja al país a excepción que el pocho es recipiente de la tradición esa de odiar el abandono al que el mexicano emigrado fue/es sometido, en pocas palabras el pocho es pues continuación de esa reclamación milenaria de reclamar al mexicano por irse de nuestras tierras. El pocho en EEUU es un reclamo por el olvido, un tipo de olla al cual los frijoles negritos van a dar. El pocho es lo último de lo mexicano, lo que ya no es mexicano y al cual se le reclama por no ser más mexicano de lo que debería de ser.

1 de junio de 2004

Tijuana, Tercera Nación

Yo me considero Xicano, con x. Un Xicano de Tijuana, o un Xicano Mexicano como la veo para distinguirme de mis paisas los Xicanos de Los, Californios y todo, soy una minoría. No todos en Tijuana comparten esta visión de que Tijuana es parte de Aztlán. No importa que Aztlán sea una área geográfica dentro del imaginario Chicano cuya característica es que se siente por su forma de ser. Por eso es sorprendente este reciente interés por la frontera (again?). No sé, ni tengo la menor idea de lo que la frontera sea, porque en Tijuana hay demasiado interés y nacionalismo mexicano como para considerarse otra cosa que una frontera política, una línea divisoria que poco tiene que ver con Tijuana y mucho menos con San Diego. Cuando los medios de comunicación aluden a la frontera es sin duda una batalla ideológica y nada que ver con la gente que hace vida en la frontera.

La historia del Xicano empieza en Tijuana y es un tema que traen tanto los san dieguinos como ciertas minorías de Tijuana que se hayan bajo los efectos intoxicadores de la ideología estatal del aparato político de México, para mí son posers, usualmente de las universidades de Tijuana que buscan fama por el quick way como en una quickmart. Ellos en realidad no saben nada del Xicanismo ni les interesa porque los prejucios son grandes, vastos y divisorios. La ideología estatal les ha envenenado el amor a lo propio.

No es necesario explicar que a los Xicanos nos odian porque no sabemos hablar el español del poder, el español de las jerarquías que espetan la forma de hablar de uno, mas de las veces se nos odia porque somos una raza que tiene su propio vocabulario y utilizamos los idiomas que permean Aztlán y los manejamos ambos para hacernos de una identidad propia. Somos otra raza aparte, somos una clara amenaza a esas estúpidas ideologías que Washington, Madrid y el DF promulgan para detentar una identidad que nada tiene que ver con Aztlán (léase: Tijuana), venga, díganme, ¿qué fregados hace el Emperador Azteca en uno de los boulevares de Tijuana? Si la Baja tiene sus propios indígenas nativos al terre y héroes que han luchado contra el gobierno federal, y no me hablen de Jefferson o de Lincoln, ¿qué hacen esas estatuas en las Californias? La verdad, estos conceptos ideológicos que nadie cuestiona y que permean la identidad de los Tijuanenses son consumido todos los días sin cuestionamiento alguno, ¿cómo pues preguntarle a los Tijuanenses qué significa ser Tijuanense? o ¿qué significa la frontera? es más que una bofetada.

No quiero hacerme la ilusión que voy a ofender a alguien con estas letras pero venga, la idea de Tijuana Tercera Nación es una ideología más del mexicano ideologizado para aplastar una vez más las nociones que los Tijuanenses (por lo menos la minoría que yo conozco, mi Tijuana que veo, vi y seguiré viendo) tenemos de nosotros, y que pocos se atreven a mencionar: somos más mexico-americanos que simples mexicanos, somos bi-,tri, quatri, culturales. Es como aquel directivo que salió desde el centro de la nación y que se dio hace ya más de 4 lustros atrás para que la ciudadanía dejará de nombrar a sus hijos e hijas con nombres anglosajones, o cuando se insta a la población a gastar más pesos que dólares o que el evangelio de los protestantes es cosa del demonio (en Tijuana si te dicen a las 3 de la tarde, eso significa a las tres de la tarde, no a las 3:20pm de la tarde como buen católico; amén de los trabajos que hacen en las colonias marginadas a las cuales los católicos de hueso colorado ni siquiera han visto en fotos) o que se niegue que hay una minoría (y que se desprecia, ¿pondrán alguna vez las fotos de Lalo Alcaraz en el Paseo de la Fama o la de Luis Alberto Urrea ahí?) bilingüe en Tijuana.

Esto es más centralismo para que el águila y el nopal permanezca en nuestras frentes y nada más (como si negaramos lo que somos, más paranoia del centro, es todo), son guerras ideológicas que atraen a gente por el dinero que se invierte en ello, o a oportunista como hyepez que apelan a la ultra izquierda mexicana; imagínense, ¡un español esta detrás de todo esto! [El artífice principal de esta muestra, Antonio Navalón Sánchez, es uno de los representantes del Grupo Prisa en México, integrante a su vez del Grupo Santillana, la multinacional española, hmmm, ¿qué querrán, conquistar Aztlán?]*

Que vengan artistas a ver este labor o que vengan a platicar de sus visiones de lo maravilloso que Tijuana es eso es otra historia, porque la verdad la tienen romantizada y, como siempre, los verdaderos Tijuanenses permaneceremos en la oscuridad hasta que los reflectores, tanto del Otro Lado como del centro, se vayan y podamos cruzar a nuestras anchas de un lado para el otro sin ser la octava maravilla del mundo por ser tan diferentes y tolerables con el resto de México y los EEUU.

No vengan a decirnos, a contarnos como somos, eso ya lo sabemos. De hecho este circo es como cualquier turista más en la conciencia de Tijuana, va, viene, más nunca se queda.

Aunque espero y sea un éxito rotundo este proyecto, después de todo hay mucho Tijuanense involucrado en ello, tan mala leche no le tengo porque sé muy bien que en Tijuana ya la cosa pasó a ser una Tijuana con muchas interpretaciones. Aquí sólo se les recuerda que hay un intento de represión, como siempre lo habrá, y esa es la represión de la identidad del Tijuanense bilingüe, del Tijuanense protestante/católico, del Tijuanense mexico-americano, duélale a quién le duela esa es la verdad.

*Fuente: http://www.bitacora-tj.com/384/art11.html [no existe ya]
Ver este otro link: aquí o aquí.

15 de junio de 2004

Magonista por life
Magonista for Life
Recuerda muy bien sus lecciones de historia, como las dos naciones partieron líneas políticas a sangre y fuego, mas prefería la historia local de su ciudad, porque se le hacía más relevante ver las fotos aquellas que casi parecían daguerrotipes donde estaban los gringos apostados en San Ysidro. Los gringos miraban la quemazón de Tijuana aquel 9 de Mayo de 1911. Las tropas del anarquista Ricardo Flores Magón, quién desde Los Angeles, California dirijía la toma de la ciudad, ordenó al gales Ceryl Ap Rhys Pryce tomar la ciudad de Tijuana, fue cruenta la batalla se cuenta. Se le hacía curioso ver esos inicios de lo que hoy se denomina como war turism. Tenía una teoría loca, por lo menos a él se le imaginaba así, que eso fue el inicio del turismo que ha hecho de Tijuana una ciudad famosa. No estaba sin fundamento, después de todo Pryce cobraba una cuota de .25 centavos norteamericanos a los turistas gringos al entrar a Tijuana ya una vez tomada la ciudad. Sí, aquí siempre piensan que somos menos mexicanos, irónico, pensó, que el gobierno Norteamericano utilizara este argumento para elaborar propaganda en contra de los Magonistas, esos que con sus ideas causaron el brote de la guerra civil romantizada ahora como la Revolución Mexicana, y sí, aquí empieza la Revolución, pensar que fue un oaxaca mestizo el que trajó tanto cambio a Tijuana y ahora sus descendientes son echados de la Revu por las patrullas del gobierno fascista y neoporfiriano Panista. Que Zapata ni que Villa, ¡viva Flores Magón! se decía los 20 de Noviembre él sólo arriba del Cerro Colorado bajo un silencio inmenso ya que para él no había corridos que glorificaran las hazañas de Magón para celebrar con gusto.

Por igual le causaba una sensación de irrealidad que una ley de sequía fuera a impactar tanto las calles que el caminaba a todas horas del día, pues no había hora del día que no supiere como esas avenidas y esas malnombradas y doble anchas carreteras denominadas boulevards se vieren, las conocía una por una, por lo menos las del centro. Y pensar, tan grande que es ahora. En retrospectiva no le gustaba nada lo que el centro de la república le imponía a su mente, es más, les guardaba un rencor especial. Recordaba muy bien los ensayos que le pedían en la preparatoria y como estos fueron rechazados mil y una veces. Su vocabulario no era formal, sus verbos no aparecían en el DRAE y sus adjetivos eran denigrados y tachados como lengua de ignorantes. Esa misma lengua que su familia usaba, la que usaba para hablarle a sus amigos a la hora del recreo, no valía en la escuela, cuyo suelo era el mismo que le vio nacer, para nada. Rechazado por una entidad que mandaba a todos como ser. Se le vino a la memoria aquella vez que le brincó al profesor, le rechazó tajantemente la calificación otorgada y punto por punto argumento el valor de la lengua de su entorno. Gritó, ya exaltado ante la necedad del profesor de ver lo que él consideraba su lengua tan legitima como la de Madrid, ¡ya nada más falta que nos prohiban hablar como los ingleses le prohibieron a los galeses hacerlo, puro inglés, aquí será sólo español de Madrid, ¿verdad?! Se puso bien pedo esa vez y en honor a Ricardo Flores Magón se tatuó una A encirculada en la espalda, cosas de adolecencía pensó años más tarde. Siempre ha sido una batalla ser totalmente libre en esta ciudad.

“Bilingüe desde que nací” se decía y procuraba con sinceridad imaginarse ese mundo al que vino a dar, al mundo de las curiosidades mexicanas en Tijuana dedicadas a venderles a los gringos cosas que otros denigraban como lo kitsch de México pero que para él representaban su mundo entero. Sí, Elvis en black velvet, sí, los negros en black velvet amandose, los tecólotes de mecate deshilado empapados en aceite quemado, (ahora piensa, vaya si el reciclaje funcionó), los fileros, los sarapes, ajedrezes de onix y demás cosas que formaban su México, rechazado. Se imaginaba los fónemas, los vocablos en el aire, juntandose, formando sólo uno, inglés, español, spanglish, espanglish mientrás le mecian la cuna, ¿cuántas ventas no se hcieron así? Se le dibujó una sonrisa de malicia entonces, el Boris le había dicho “!está bien pelada güey!, nomás diles American Citizen y ahí fue, nomás te les quedas de clavo y ahí fue, me cae de a madres si no.” La primera vez lo puso nervioso, el migra casi bostezo al escuchar aquellas palabras que le abrieron el mundo de los güeros. De morro había vivido antes allá, en Los como la raza le dice a los EEUU. Vio que la mano del migra nada más se movió de ladito indicándole que pasara, ese día el Trolley, el tranvía local del condado de San Diego fue un viaje mágico y los edificios del down town de San Diego se le figuraron estatuas gigantescas que le recordaron un viaje en avión y como la gente se le hacía como hormigitas, así se sintió al ver los edificios del centro de San Diego. Con el tiempo, y la costumbre, pasaba como perro en su casa, así se escuchaba decirse con orgullo, San Diego se le metió al alma.

Su historia vs la historia de ellos, de esos mexicanos que nomás vienen a dejar sus supersticiones aquí. Nunca pudo creerselas del todo esa idea de que descendía del español y el azteca y que la escuela le forzaba creer. Sí, las imágenes de los libros, fotos de los murales de Diego Rivera se veían bonitas, le gustaban los atuendos de los aztecas, pero en Baja California, durante el reinado de los Priistas, grito una vez, ¡nos lavan el coco! Le valio una buena suspención.

22 de julio de 2004

tjxicano

Leyendo a mis contricantes sobre el significado que Aztlán, Chicanos, pochos, Xicanos y Mexican-Americans tiene en nuestra ciudad fronteriza sobresale, aparte de su rechazo bajo premisas que dejaron ver su desprecio hacía esta cultura que brinda un puente entre México y los EEUU, que no hay más conocimiento hacía ella que el desprecio que el costumbrismo utiliza para generalizar asuntos que no se entienden del todo.

Ante todo la idea que se tiene que no es cultura y que no hay cabida entre dos culturas como la Mexicana y la Gabacha (decir Norteamericana significaría que México esta incluido) siendo que los Xicanos no han sabido más que caminar sobre puentes para evitar el desprecio que estas culturas brindan a la cultura de Aztlán.

Aquí lo obvio es ver como los monolingüistas aplican su uni-mundo a un concepto tan complejo como lo es Aztlán.

Sienten tristeza, pena, creen que ser bilingüe significa traición, “no es de aquí”; la sola idea de vivir otra cultura aparte de la mexicana es inimaginable, se torna exótica, raro, extraño, lo Otro (por eso abundan frases en nuestro vocabulario como “medio gabacho, pocho, agringado, sold out”).

El Xicano o la Xicana no sólo tiene que caminar en medio de estas dos culturas sino que también tiene que aprender a vivir en ellas, en un constante ir y venir.

Por eso El Xicano se rié de ver en carne viva lo que se aprendió de ello leyendo, viendo en un mundo ajeno, un microcosmo de ello en casa, sí, no alcanzamos a ver del todo por unos años ambas culturas en su totalidad.

Es más fácil reirse de lo payaso que son las culturas tanto Mexicana como EEUU, se pierde la seriedad que por ejemplo, un Mexicano le tiene a la bandera mexicana o un estadunidense a la star-spangled.

Sí, no sabemos que hacer cuando se nos ridiculiza por sacar a flote ciertos comportamientos mexicanos en entornos gabachos y ciertos comportamientos gabachos en entornos mexicanos. Se jactan, se burlan, nos dejan ver que el rey ¡esta encuerado! Así como Eva y Adam, como cuando el mundo empezó. La vergüenza que después se torna en sorna porque eso sí nos hacen ver, dizque traición porque no sabemos que hacer (una experiencia dolorosa para todo Xicana/o es saber canalizar correctametne este tipo de emociones)

No es vergüenza, si no dolor de rechazo, de que no lo acepten a uno como uno es.

Somos obervadores por naturaleza de nuestros entornos.

Cuestionamos el medio ambiente que nos rodea y no somos pasivos ni dociles ni sumisos como las culturas monolingües mexicanas y gabachas porque queremos tanto hacernos pasar como nativos que miramos bajo el microscopio cada comportamiento para luego aplicarlo en su entorno.

En ese aspecto hasta científicos somos porque es de nuestro primordial menester nuestras culturas que nuestras madres, nuestros padres nos han dado. Así que tan ignorantes no somos, es una falacia decir que no sabemos ni una ni la otra cultura, sí, sabemos y sabemos dos. Lo que les da rabia a estos lectores es que somos libres de elegir entre estas dos culturas.

So tenemos que saber quienes son para poder ser nosotros mismos. No vivimos como al día rutino, ni cotidiano sino investigamos, por eso los simbolos que usamos sabemos despiertan emociones en ustedes los monolingües, monoculturales.

Lo curioso es que ustedes nos piden a nosotros siempre una especie de lealtad, que si este país, que si este otro.

Muchas veces les seguimos el rollo, pero no porque seamos más leales a un país que el otro, lo que no comprenden es que amamos nuestras culturas, ambas y por eso nunca bajamos la guardia, sabemos que saben de nuestra doble naturaleza pero no saben ponerla en palabras, mas nosotros sí, por eso vemos desda la esquina del ojo, balanceando la nave en que navegamos entre ustedes.

Simplemente, no saben que hacer con nosotros, pero nosotros sí sabemos saber que hacer ustedes.

Esto sucede en Tijuana en grados menores o mayores.

Porque nos hacen elegir, nos hacen ver que esto u lo otro nos es “mexicano”.

Se da una lucha cultural de baja intensidad, en la casa principalmente.

Quizá sea la música la que más revele sobre este fenómeno porque nuestros padres (por lo menos los de mi generación y no tengo porque dudar que esto no suceda todavía porque en Tijuana los Tijuanenses somos una minoría) nos echan en cara lo diferente que se es en Tijuana.

Lo mexicano se vende a los gabachos en la Ave Revolución, los sarapes, los cochinitos de yeso, las figuras de aztecas, la virgen de Guadalupe, se vende una ilusión de lo que se cree es México ¿así que qué imagen se les da a los nativos de la cultura mexicana de Tijuana cuando todo lo divertido se da en la Revolución, lo hermoso es gabacho, la música es mejor en inglés, la mejor televisión viene de California, como siempre?

La mayoria de la juventud Tijuanense no crece prefiriendo a Radio Ranchito, se da después, ya de grandes, elejimos eso por nostalgia, si, hay elección en la cultura, en Tijuana también vivimos un mexicanismo fabricado tanto como el del Xicano. Por eso las broncas lingüísticas que dicen esto es lo correcto, esto es lo bueno, lo tuyo es lo malo. Por eso la ropa también es diferente, nos vestimos claramente diferentes, amexicano. Comemos y preferimos comestibles diferentes, cosas amexicanas.

Por eso Tijuana es Aztlán también, dense una vuelta en los blogs y encontraran ustedes blogs de Tijuanenses escritos en spanglish, en inglés y en español.

No vayan a los de los aburridos usuales que ya tienen una idea formada de lo que no es ser mexicano o lenguaje correcto (que se empeñan a enseñar a otros pues como dijo Feijoo “Los que se atan servilmente a las reglas …tienen justo motivo para hacerlo. La falta de talento les obliga a es servidumbre) sino vayanse a leer a esos blogueros jóvenes que escriben sin más idea que despejar sus emociones y veran, veran la realidad delante de ustedes.

27 de julio de 2004

Mexicanos de Segunda Mano
Olmecas en Tijuana
Forma y Fondo pusó unas fotos típicas y reveladoras sobre mi ciudad.

Tijuana, he descubierto de reciente, no es la mexicana que se dice ser. Nosotros no podemos ser mexicanos como lo pinta el Estado, como lo ha venido pintando desde antaño por miedo a que los tijuanenses nos volavamos gabachos de Este lado.

¿Baja California soberana?

Se nos dicta nuestra identidad, pero las calles dicen más que discursos políticos. Los sarapes, las cerámicas, los ídolos de los Aztecas del Distrito Federal, de los Mayas de la Lacandona, todos al mejor postor. En Tijuana sabemos vender cultura, por eso los negociantes de las curiosidades hacen su agosto con los gringos comprando sombreros, con nosotros los Xicanos y las camisas con la virgen de Guadalupe, con la cultura afroamericana y las pinturas de velvet ahora famosas, con los japoneses de la segunda guerra mundial, con los judíos del Sara’s, con los Chinos invisibles de nuestra ciudad y por supuesto el bordo, tierra de nadie.

La ilusión de un país tan lejos de nosotros los Tijuanenses como EEUU lo es para los de la capital mexicana.

Muchos dicen que Tijuana no tiene identidad pero esa es una manera fácil de negar la realidad palpante de que en Tijuana somos mexicanos de segunda generación como los hijos de los mexicanos que nacen allá, en el otro lado, lo son.

¿Mexicanos? Politicamente sí, ¿culturalmente? Ni en los sueños más locos de Memín Pinguín.

A Tijuana la Revolución le llegó del otro lado con las tropas del anarquista Flores Magón comandadas por un Galés naturalizado pero de eso el centro no quiere que se enseñe.

Vestirse de charro, usar sarapes y ponchos es cuestión de risas entre Tijuanenses, lo mejor es usar la moda de los morros del otro lado, la cual siempre es más cool.

El gobernador de Baja California ni siquiera es nacido en México.

Concedo que la historia Mexicana es transmitida por lo oral, por las bocas de nuestros padres, por las miradas de nuestras madres por los decires de nuestros ancianos.

Pero insisto, somos segunda generación de Mexicanos porque el mexicanismo nos llega de segunda mano, así como la basura del otro lado que se vende en las tiendas de segunda en Tijuana; lo mexicano es una idea tan extraña que sólo vemos su esplendor en miniatura en Mexicatlán, en las figurinas de yeso empolvados por polvo causado por autos en camino al otro lado.

Mexicano Tijuanense, sí, pero no Mexicano Azteca, ni Maya, ni Olmeca.

Por eso la foto es tan significante, porque la cultura esa es sólo una cosa que se usa en Tijuana para agrandecer la ilusión que más reditos nos deja, pero que una vez ya pasado su uso termina como cualquier otro objeto de moda, arrumbado, porque su significado es tan superficial para nosotros que su simbología, su semiótica, nada, para nada, significa para la verdadera identidad de Tijuana.

Es más yo sería tan radical de sólo decir que soy de Tijuana, Baja California a lo mucho, lo demás que lo averigüen los que quieran saber.

11 de agosto de 2004

Aztlán es Tijuana también

Curiosamente Aztlán les causa pavor a ciertos mexicanofilos, más la idea de que Aztlán es Tijuana también. La idea se a manifestado en varias ocasiones y los que suelen expresar estas ideas de Aztlán o son crecidos en Tijuana de muy escuincles o son ya segunda generación que ven a México tan sólo como un concepto que se vende al mejor postor en la Ave. Revolución; más bien maje, pues con el objeto va el verbo y la ilusión de un cacho del México del centro que como todos saben nada tiene que ver con Tijuana más allá de ser una ciudad de una entidad federal de los Estados Unidos Mexicanos y por ende la asociación a este último. Suelen ser por lo regular los fureños los que más defienden este concepto de México, sepa que será pero lo defienden y suelen ofenderse con los gabachos no por cuestiones de supremacía mundial si no por el simple odio de odiar al viejo enemigo y por la costumbre que traen de otras partes del país y la caca que Hyepez les vende (ideas de una vieja izquierda con lastres anacrónicos), los tijuanenses por lo regular no le prestan mucha atención al viejo Sam y si lo hacen es porque se ha hecho una connotación que el capitalismo es malo y está de moda ser anticapitalista.

Lo curioso es que sí les preguntas a estos fureños sobre el año de 1848 no saben ni a lo que te refieres, ni mucho menos se preocupan por recuperar los territorios que componen Aztlán, usualmente responden con un “eso ya pasó”; antes esa respuesta me daba una puta rabia porque a mis paisanos les valía madre lo que siempre he considerado como lo nuestro, ahora me dan lástima aparte de causarme cierta perplejidad puesto que el temor infundido en Tijuana es que nos americanizemos y que los gabachos se apoderen de la Baja. Recordemos que el congreso del estado de Baja California y el Cabildo de Tijuana aprobarón en Marzo del 2004 la frase “Heroica Tijuana” en honor a los patriotas que ofrendaron sus vidas en la defensa del territorio nacional durante los acontecimientos de 1911. O sea quieren borrar de la historia que la Revolución Mexicana a nosotros nos llegó del Otro Saite, tanto es el temor así.

La izquierda mexicana tiene todo un repertorio de frases para denunciar la falta de mexicanidad en Tijuana. Pero no quieren hablar de recuperar los territorios perdidos a los EEUU en 1848; pero los Xicanos sí, existe una fuerte corriente en los EEUU que arguye por esta posisción política y a esos los miro más mexicanos que los propios mexicanos puesto que ellos quieren un México cuyos fronteras transcienden las que existen hoy. Claro que este pensamiento es anacrónico, imposible de ponerlo en practica pero existe, se da, tanto así como el miedo de la izquierda. Esa ideología de Aztlán es mucho más cabrona que los miedos que los izquierdistas infunden; uno bien podría sacar la conclusión que la izquierda mexicana ya no quiere saber nada de esos territorios y defiende lo que le queda y con temor

Estos pensamientos no son sólo mios, se da desde antaño, ahí tienen a Miguel Mendez y su novela Peregrinos de Aztlán y cuando mataron a Colosio en la era priista del país resaltó en la prensa nacional un nombre sobre los demás. Allá por el 92-96 cuando vivía en San Diego y les pasaba a los gringos cada fin de semana con el famoso y mítico American Citizen para visitar a mis hermanos y a mi abuelita, me daba la vuelta a propósito por la Madero entre 3ra y 4ta para ver una cosa rara en aquellos días de la dictadura del priismo, la combinación de la bandera mexicana con la de los EEUU en una sola bandera. Cuando estaban investigando a Mario Aburto fue cuando me enteré más sobre esa extraña bandera. Se trataba de la bandera del partido político Partido Unión Americana (PUA) del doctor Ernesto G. Messina. El Zeta se le echó encima e insistía que el doctor era el autor intelectual del asesinato de Colosio. Quién sabe qué será del doctor y su organización hoy pero antes promulgaba la idea de una unión con los EEUU porque consideraba a México un país corrupto y dictatorial.

So Aztlán tiene muchas manifestaciones, aunque digan que no exista.

más sobre el Dr. Messina

11 de septiembre de 2004

Xicanos y Xicanas de Tijuana unite!

Muchos son incapaces de comprender el nivel de multiculturalidad que existe en Tijuana. Por ejemplo, a muchos se les dificulta cpmprender que soy un Xicano de Tijuana, no comprenden cómo es que yo puedo afirmarlo, ni comprendren tampoco cómo es posible que un Xicano no necesariamente hable español ni inglés sino que ya vienen bilingüe a los Estados Unidos o a Tijuana. Sus mundos infectados por ideologias uniculturales o monolingüísticas les incapacita poder reflexionar al respecto.

La mayoria suele reprimer cualquier expresión diferente a la ideología del estado la cual a su vez es acosada por otros miembros de la sociedad del país a la que pertenece y se da presión de afirmar y afirmar que en Tijuana se es Mexicano; delímita la expresión de la identidad y se defiende ferozmente la del estado.

Aunque hay señas al contrario ya. Estando en Tijuana en Mayo del 2004 discutí con varios personas cercanas a mi sobre el fenómeno del chicanismo en Tijuana pero una y otra vez se limitaban a puntualizarlo dentro del fenómeno de la migración. Una cosa que yo les insistía es un tema ya trillado dentro del chicanismo y que ya no es sólo su raison d’être pero después de mucha reflexión veo que al escribir y tener relaciones con los Chicanos de San Diego se esta dando el fenómeno de comprenderse a sí mismo aunque sea desde el punto de vista de la migración.

24 de septiembre de 2004

Allá ya no es México

Allá ya no es México

Herr PGBeas dice:

jueves, septiembre 23, 2004
conversaciones filosóficas 2

Hace tres meses viajamos a tocar lejos de aquí y nos encontramos en un festival en dónde habían invitado a varios músicos y grupos mexicanos a tocar. En el hotel me encuentré en el lobby con un músico jaranero de Veracruz y nuestra pequeña charla comenzó con una pregunta de lo más normal, me dice: – y ustedes de dónde son?—de Tijuana
-allá hay un chingo de mexicanos, verdad?
-Sí, un chingo!

Me salí riendo a carcajadas del lobby y directo a tomarme una cerveza helada mientras pensaba: ah, raza! A éste guey le hicieron falta clases de geografía nacional y acá anda cruzando el charco.

Yo digo:

Y luego dicen que no. No es geografía, sino ideas del colectivo nacional que hay sobre Tijuana.

22 de noviembre de 2004

cholos, pachucos y unas memorias

En Tijuana siempre ha habido una moda xicana peculiar a nosotros. Hay y ha habido pachucos. Los pachucos no solo se dieron en Los Angeles. El territorio de Aztlán, guste o no guste, abarca hasta Tijuana. No me atrevo a decir otras partes de Baja California porque eso no lo sé, sólo sé lo que he vivido. Lo interesante de este fenómeno xicano en Tijuana es que al joven residente tijuanense de los 50’s y 60’s poco se le conoce pero a juzgar por una foto que tengo de mi madre recargada en una pared se ve que la moda de los 50’s, conocido en ciertos ámbitos como Sha na na, les llegó y emulaban esas modas (como en otras partes de México pero con mayor amplitud en Tijuana me imagino), y no es de sorprenderse puesto que tanto como a mi generación, como de seguro la generación de ellos, siempre hemos sido impactados por las modas provenientes de California.

Cuando yo desperté a las modas iba en descenso la de los cholos. Mi barrio, conocido como el Maya 13, era un nido de cholos y hasta tenían su base en el parque Teniente Guerrero, se les conocia como los de la Tercera Park. Yo alcance a conocer a varios, como al Pájaro, el Memo, el Beto, Negrito y quién sabe quién más, esos eran los veteranos para nosotros, estaban bien correteados ya y tenían un historial de uso de drogas que iba de la Ocho a la Peni. Estos le ponían a toda clase de solvente posible, spray, tiner y chemo hasta pildoras, mota, peyote y todo lo que cayera al barrio y se pudiere administrar por alguna parte del cuerpo. Carteristas, cacos y vagos profesionales sabían muy bien el arte del ocio, dice el rober castillo: “Damas y caballeros bienvenidos a Tiyei, donde cholos, surfos y panquillos, narcos, sicarios y judiciales, hacen del ocio su negocio”. Hoy por hoy te los encuentras a veces en ese famoso bar que la raza bloguera bien a tenido a corromper con sus necias sesiones intelectualoides de reciente para acá, por eso me sorprendió leer una vez en el blog del Rafa que ya no había cholos en Tj, sí el Zaca, cuando no está invadido de morros middle class eso es, un tugurio para los cholos modernos y uno que otro veteran de los 70’s.

El pachuco en realidad hoy por hoy es una moda pero tiene su historia detrás de sí, en Los se les conoce como Zoot Zuiters y estos son los que Octavio Paz habla en su libro el Laberinto de la Soledad. Mas también es una marca de identidad para el Xican@, es parte de su historia. Así como también la moda del cholo es parte de la identidad del Xican@, el pachuco es el origen de la rebeldía xicana.

Francamente a nosotros los morros nuevos del barrio nos daba risa como los cholos de la Tercera Park preferían sus Oldies but Goodies, mientras nosotros íbamos cada domingo al Regines, conocida como la Odisea por un tiempo, o al Casa Blanca (los de la Zona Norte preferían el Mike’s, abajo del Regines por alguna razón que desconozco, pero ahí no entrabamos al menos que quisiéramos una putiza bien dada) con nuestros Vans, Pony’s, Converse y Levis ellos se iban al Ranchito, vestidos de Kaki, camisas de lana cuadradas con colores marrón, gris o negro, bien 50’s acá, pinches cholos cabrones, esos se aventaban broncas de a filerazos; uno acá vestido dizque bien surfo hasta le sacaba uno la vuelta. Los late 80’s en la Revú fueron interesantes (claro, yo los viví, je!), en especial los domingos, entonces la juventud de Tijuana se volcaba en manadas por la calle de la Revú y bajaban hasta de los cerros como decíamos los del centro, me cae si no. Solían “tirar el rol por el tango” y de ellos es la palabra esa de Tijuas, el tango o si no el dauntaun, con sus morritas igual de cholas, vestidas de negro, pelo largo y bien pintadas en la face, los vatos iban caminando con sus jainas bien aperingados y en el brazo por lo regular llevaban una camisa colgando, a que pinche cura recordar todo esto que hasta ya le perdí el hilo al rollo este.

19 de marzo de 2005

Guerrero Xican@

Me dan risa algunos de mis compatriotas mexicanos que radican en la frontera, bola de pendejos, si es que se me permite hablar con toda franqueza, y agréguenle estúpidos a mi vituperio ahí, si es que me hacen el favor y disculpen si dejo la bilis regada al recabar este mensaje_acuso_reproche_odio.

Lo que pasa es que se la pasan lamentándose todo el tiempo que mi ciudad ya no es México, que en Tijuana las tradiciones ya no son mexicanas etc etc. Nos acusan a los Tijuanenses de ser menos que los mexicanos del interior, de ser menos que el resto del país y quién sabe qué más majaderías para hacernos sentir mal por ser de una parte de México que ellos desconocen. Aún más, se ponen a criticar al Xican@ como si fuera lo peor y odian al pocho, al cholo y al pachuco sin procurar entendernos ni por qué semos ansina.

No saben los muy idiotas que Un Xican@ es un guerrero al servicio de México. Nosotr@s luchamos para que esas putas tradiciones que se nos achaca ya no practicamos perduren por los siglos de los siglos en tierras gabachas y en Tijuana. Ser Xican@ es una afrenta al mundo anglosajón por si no lo sabían bola de imbéciles! Nosotr@s semos como somos porque la lucha contra el mundo inglés es ardua. En vez de criticar deberían de extender ayuda.

Nosotr@s estamos al frente de dos campos, uno, el de los EEUU, a esos les escupimos la cara muy a gusto y el otro el mexicano es como si tu padre te pegará todo los días, ni qué hacerle.

Mientras, nosotr@s estamos hablando español, celebrando fechas mexicanas, vamos a misa mexicanas y nos reímos en español en tierra de gabachos.

Piensan que eso es fácil de hacer? Mendigos, ya los quisiera ver sufrir el yugo del gabacho-mexicano por ser quienes son

10 de diciembre de 2005

La imaginación colonizada parte I

Know thyself*

La imaginación colonizada se refiere a la imaginación que recurre al bagaje cultural de otro país para poder hablar del de uno mismo.

Por eso, muchos tijuanenses de mi generación comprendemos más el humor de los EEUU que el propio de México. Y el del porque un tijuanense se adapta más rápido a la sociedad estadunidense: tenemos el bagaje cultural para ello. Nuestro imaginación ha sido colonizada. Sabemos más de Hogan’s Heroes, Leave it to Beaver, Little Rascals, WC Fields, Who’s that Girl, Gilligan’s Island amén de las caricaturas por las que pasamos, imagínense el revuelo de nosotros los niños cuando llegaron las caricaturas en español, que cualesquier proclive hispano. Por eso, las peliculas mudas nos llaman la atención. Los favoritos eran tipo Pantera Rosa. El Rey Leonardo abrió las puertas del español. O sea, traemos el paquete que los 60’s, early 70’s ofrecieron.

Lo cual me trae a éste punto. He decidio dejar de buscar algo que jamás se me fue dado, el bagaje cultural que supuestamente debo de traer, el mexicano y todo lo que culturalmente de ahí se deriva. Simplemente nunca lo tuvé. Por eso mi narrativa, el discurso que aquí se explaye bien se le puede caracterizar como uno investigado. Si aquí hay referencias sobre aztecas, mayas, ó otros escritos e historias del México profundo es porque han sido estudiados por mano propia [autodidáctica] y no porque se me fue inculcado. Cesaré de temer al Dios mexica y sus continuas insinuaciones de que porque soy tibio en mis raíces culturales soy digno de ser vomitado de sus entrañas. Me acepto a mí mismo como el mexicano que soy. Acepteme el colectivo tal cual soy o no, soy mexicano. Un platillo exótico difícil de digerir.

Esto se debe sin duda alguna a que las ideas de México, en mi infancia sólo tenían circulación dentro de las casas de la clase media. Antes de que se me acuse de clásista debemos de recordar que en Tijuana la mayoría siempre ha sido pobre y como tijuanense pertenezco a ésta mayoria. La lectura de autores mexicanos no fue inculcada más allá de lo que los libros gratuitos que la gente en el poder del gobierno (léase PRI) le ofrecía a mi generación, daba. Es por eso que si no sé sobre autores y historia profunda de México propio es porque no se me fue inculcado, ese vacío se rellenó [y porque la ventaja del medioclasero es una desventaja para el pobre en estos menesteres] con otras ideas, primordialmente, de otras culturas y no porque yo así lo dispuse sino porque eso es lo que mi medio ambiente ofrecía, dío.

De hecho, los autores mexicanos deberían de estar formulando esta queja, no yo, el simple receptor de sus ideas.

Tijuana es muy moderna hoy y quizá estás palabras resuenen un cuanto fuera del discurso actual sobre cultura y Tijuana. Cuando me refiero a Tijuana como moderna me refiero a que ahora la imaginación de los pequeños se les puede rellenar de multitudes de voces propias que resguardan la imaginación del pequeño contra las voces de otra cultura como lo es la anglosajona. Inclusive uno bien podría argumentar que el cierre de la frontera se viene endureciendo entre más hispanos nos tornamos porque si algo caracteriza la frontera de mi infancia es su apertura, el libre paso. [Samuel P. Huntington, Clash of Civilizations comes to mind] Fue está aceptación de los valores anglosajones sin cuestionamiento lo que permitía la adoptación de otra cultura en Tijuana y lo que permitía un libre acceso entre ambas sociedades.

Siempre me ha molestado saber más del ámbito anglosajon/Occidental en cuanto a referencias, metáforas, simbología, mitos y leyendas u otras ideas totalmente ajenas al colectivo hispano concierne. Por algún motivo recurro más a ese tipo de significación que el que supuestamente es mio. Me molesta porque siento que las ideas de mi pueblo, las voces de mis paisanos de México o del colectivo en general tipifícado como hispano, deberían de tener más circulación en mi imaginación. Mas no es así, en mi testa circulan más las ideas de los anglosajanos, del mundo occidental, de las culturas que hace más de lustro me autoimpuse como culturas de Otros, ajenas. Hoy las vuelvo a retomar/reposesionar como mias. En lo que concierne literatura y lo cual es lo más importante para mi, dejo en paz ese afán de rellenar mi cabeza con autores mexicanos, lo que de aquí en adelante caiga en mis manos será visto como un adelanto a otra cultura. Hoy veo que no es posible, es una labor intensa, ardua, cuyo fruto ha dado origen a esto que se lee aquí. Leeré sólo aquello que a mi me incumbe, leeré sólo aquello que a mi me dé, rellené ese hueco sin llenar y que mi alma pide como cuando mi cuerpo pide agua cuando tiene sed o cuando pide comida cuando tiene hambre. No desisto, sólo ceso el hábito de autoimponerme lecturas que no nacen de la necesidad propia de mi imaginación.

“Know Thyself.” Famous Greek maxim, according to the ancient historian Plutarch, “Know Thyself” was originally the admonition “Gnothi se auton” (“Know Thyself”) inscribed on the Sun god Apollo’s Oracle of Delphi temple in ancient Greece.

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18 de febrero de 2006

La civilización pocha en México

Julio de la Fuente La civilización pocha en México Acta Anthropolígica (1948): IV. 437-459

Como otros contactos, éste ha creado un tipo de personalidad, sujeto, y agente de cambios a la vez, un hombre marginal, asentado desigualmente en ambas civilizaciones. Avizoramos este tipo, sin llegarlo a precisar bien, en algunos nahuatizados, pertenecientes a distintos grupos étnicos prehispánicos, adoptadores de los patrones del grupo dominante en un período. Se le ve mejor en los mulatos y los mestizos, tipos no tanto biológicos como culturales y psicológicos, buscadores ambos del pase en el grupo sociológicamente superior de los españoles con los que se identificaban. Se acentúa, por su proximidad, en los afrancesados de una época, cuya inspiración y modelo se encontraba en la Ciudad Lux. A la mano, asequible y para su estudio y valorización, nuevo pero similar producto, el pocho representa en esta transculturación el papel que antes desempeñaron los anteriores.

La posición incierta del pocho, entendido como el norteamericano de padres mexicanos, fue registrada por Manuel Gamio, en Mexican Immigration to the United Sates, y The Mexican Immigrant, his Life-Story, the University of Chicago Press, Chicago 1930 y 1931. El tipo marginal al que aquí se hace referencia es el mexicano “americanizado”, de lenguaje mixto, actitudes contradictorias, supervaluador de lo norteamericano que es su norte y lo que le da pauta para todo juicio, también llamado pocho. Los materiales que siguen indican claramente la “norteamericanización” del mexicano común de las ciudades, que no llega necesariamente a “pochismo” o conflicto personal y ambivalencia en todos los casos, ni a que se coloque al transculturado en una posición incierta. Históricamente, lo pocho comienza en México con la transculturación a los español.

Desprendiéndose de los elementos subjetivos del término; aceptando que toda civilización es un producto de fusiones y mezclas de culturas y civilizaciones; reconociendo en los elementos empíricamente observables de la civilización y las culturas de México la creciente fusión de ambas con la civilización norteamericana, literal y figuradamente podemos hablar de La civilización pocha en México.

En ésta, su principal representativo dejará eventualmente de serlo a medida que la difusión aumente y los rasgos particulares de aquél hayan pasado a ser generales de la mayoría.

A semejanza de las anteriores transculturaciones, la relación primaria o directa -esta vez aumentadas por la contigüidad- desempeña un papel preponderante en la actual. Portadores de la condición y penetración de los nuevos elementos, son los miembros de las dos sociedades en juego, con toda clase de ocupaciones, ideologías, culturas, categorías economicas, y propensiones: entrepenuers, industriales comerciantes, profesionistas, empleados obreros, campesinos, indígenas, religiosos, laicos, ricos, pobres, turistas, braceros. Todos los grupos de edad y sexo tienen un role en la transculturación.

Fuck off ese