De besos tronados y piropos indeseados

Hablando de deseos y cosa similares, el otro día leí en el blog de Northwo sobre por qué los albañiles tienen que tirarle besos a las chicas y se pregunta nuestra buena amiga over there palabras más palabras menos si no basta con los chiflidos. A lo que yo más rápido que un malnutrido galgo del odiodo por la bloguesfera y precandidato a la alcadia de TJ Hank Rhon que es porque “expresa un sentimiento de sexualidad y deseo máximo”, a lo que ella contesto eso de “deseo maximo” ta’cabron…

Como yo no puedo quedarme con lo que considero una astilla clavada he de clarificar que de cabron no tiene nada porque es un hecho que se da y se expresa. Desgraciadamente a nosotros los hombres mexicanos no se nos enseña a respetar más a las mujeres y nuestros ritos sexuales adquieren un ritmo lleno de tabús como la de aceptar que la función de un hombre es la de ser macho.

El hombre mexicano no comprende a la mujer mexicana si no hace un baile de submisión de roles.

El hombre mexicano quiere a su mujer virgen a la hora de casarse y santa para acabarla pero ah como le gusta corretearlas por donquiera y el chiste es chingarse las más que uno pueda, mujeriego puesn. Y eso todo gracias a nuestras damas mexicanas que no procuran por enseñarnos a manejar nuestras emociones un poco más mejor, hasta la fecha yo no no he visto en nuestra sociedad una cultura donde los niños se les sea permitido jugar con muñecas o que se les diga, llora cuanto puedas a la hora del chingazo. Los roles en nuestra sociedad están aun en la edad media, la mujer en la cocina y el hombre el trabajo, las madres cuidan de los escuincles y el hombre fuera de este menester, así que no es del todo mal argüir que es un mal que las mujeres bien pudieren remediar para acelerar el adelanto de las igualdes entre los sexos.

Y sé de antemano que este labor no es sólo de mujeres, pero hasta la fecha semos una minoría muy pequeña de hombres que enseñamos a nuestros hijos ser hombres nuevos amén que la mujer domina el campo de la crianza por razones biológicas superiores, el nino u la niña confia siempre más en la madre que en el padre. Diganmelo a mí que tengo dos hijas.

Mas al respecto Machitos a la Mexicana

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