Jhonny Rotten


Pobre Juan Pablo II.

De seguro vio todo tipo de malevolencias en su entorno antes de entregar las maletas ante el ñor.

Ya me lo imagino todo baboso, pobre, sin poder decir jota ante los feligreses a los cuales le mandaba su bendición como vieja tradición de protección ante el mal, sin que el rebaño delante de él pudiese darse color del desmadre por el cual sufría. Un Jean-Dominique Bauby que pestañeaba auxilio en cada parpadeo, quizá un S.O.S mas naiden observaba. Ni quién cuestionara el orden de la Santa Sede, el Papa estaba enfermo y ya. Había que sufrir el calvario Jesus style. Lo callaron, sabía demasiado. Juan Pablo II sabía demasiado. Había que neutralizarlo, una guerra llena de gloria bastaba para un siglo, la Guerra Fría, eso era suficiente, dar batalla por dos guerras sería un daño para la democracia y el ego de los generales que guían el orden de la democracia del mundo. Así que lo envenenaron, le dieron cran poco a poco y le dieron un show que las masas consumió cual historia, cual parábola que alimenta el alma en pos de dirección y hacernos creer que el Papa murió a causa de enfermedades mentales o quizá la población del mundo católico murió por igual, sucumbió ante el olvido, una nueva era de la Alta Edad Media.

Ahora, Cerberus cuida el orden, la entrada al cielo que se nos prometió. La Iglesia Católica es un cordero que se disfraza de lobo. La Iglesia no respeta leyes ni siquiera le importa el bien de la humanidad o lo que esta decida por si propia, no, darle la decisión al humano es ir contra la propia religión que profesan nuestros pastores. Habrá que obedecer, guiar, y no mandar. Así se nos hace creer que el diablo no existe, el Papa, ¿malo? ¿Cómo? Y así, podemos argüir que el Papa está a merced de la derecha desde hace siglo y pico empezando con los perros nazis de la antigüa Alemania del III Reich.

La obsessión de algunos por jugar la parte de Lázaro no se espera, algunos quieren hasta jugarla de Chuy Christ all mighty.

La realidad es otra. El reino de las riquezas comanda la dirección de los pobres y los nuevos esclavos de la humanidad son explotados bajo la premisa de querer ayudar a los pobres bajo un lema que pocos resisten aún así sea el transito a la erradicación de tal empresa un desastre justo para los pobres. En México vivimos este embestida de parte de la derecha asentada en poder. Quieren imponer un orden que ellos controlan a la perfección, un orden que Bataille describe como perfecto y un orden Maquiavelista hecho a la medida.

No hay fe en este mundo terrenal y la iglesia cree todavía en el control de su rebaño. Hay ciertas porcentajes de la población en México que no cuestionan el orden eclesiástico pero las masas convencen amén de que en México estamos por reventar del cochinero que la derecha ha hecho con la ayuda de la izquierda. Aquí existe un Dios que revienta de coraje una daga obsidiana forja ya para el sacrificio azteca.

La iglesia católica está podrida tanto por dentro como de por fuera. Ya les viera dejando sus lujos terrenales por predicar el bien a raja pata tal cual lo hizo el Chuy del que tanto presumen. Es una hipocresía el show anual de la doctrina cristiana. Así que algo hiede dentro del sagrado recinto: hay contaminación y los pastores ni siquiera atinan a gritar lobo por medio a que los tachen de mentirosos. A que doctrina, dar la otra mejilla equivale, en nuestros tiempos, a callar, consentir, el alto costo de la degeneración que existe dentro de la verdadera Iglesia.


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