El mundo de vaho

El vaho aparece en mi ventana, el sudor corre, anuncia. Una calor que mi piel ya no siente. La presencia de bancos de neblina se apoderan del horizonte de los altiplanicies suecos. (They dot the landscape with their silent invitacions, come. Invitingly lure of the peace.) La bóveda celestial se llena de nubes claroscuro, nubes del color de auspicias, amenazas de agua sin tregua que a su paso dejan arcoiris mochos, graffiti atomosférico con la clara participación del crepúsculo en turno, se dividen el cielo entre ambos y ambos pintan su raya. Opacan a ciertos su feel interior, uno sólo mira. Las tardes frescas ya son y los colores de las 6 de la tarde del mes de Agosto pintan cielos con clásicos violetas bajo el fondo de una gélida benevolencia. Lejos queda aquella admiración mia por la luz de la 10 de la noche y como es que sin foco podía leer un libro antes de entrar al reino de la pequeña muerte. Mi interminable ateísmo, no puedo acabar de creersela, estoy lejos, muy lejos, de ese aquí, que está allá pero conmigo dentro, muy dentro, de mi. Agosto. Coleccionistas de hojas de árboles están ya llenando sus albumes blancos con el otoño que anuncia el devenir. Las voces hablan de escuelas. El tiempo transcurre.

Tsuyu no yo wa
tsuyu no yo nagara
sari-nagara
(Kobayashi Issa)

Av dagg är världen
och blir aldrig mer än dagg
– och ändå – ändå –
(trad: Per Erik Wahlund)

De rocío es el mundo
y no será nunca más que rocío
mas aún así, aún así …

(trad del sueco al español: J. Martínez]

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