Por acá ponen anuncios de casas nuevas en la tele, más bien son apartamentos, como de esos que se conocen en los EEUU como penthouse. Suelen ser grandes, con mucho espacio y los ceilings (techos) altisimos. Se ve en la tele como quiren dar a entender esto, ponen a una mujer caminando desde la cocina hasta la terraza, cosa que dura unos buenos segundos y para hacerle más faramaya al asunto va tocando los muebles de la casa con su mano a su paso, camina con una sonrisa de oreja a oreja demostrando satisfacción de ser dueña del susodicho inmueble, delgada, alta ella también, con sus zapatos de taconcito, casi stillettos, y de background un pequeño argüende de vecinos que poco a poco va subiendo de volumen entre más se acerca a la terraza, á la studio 54 . Y si, son bonitos pero lo que a mi me causa curiosidad es que nunca he visto un comercial así donde sea el hombre el que siente satisfacción del hogar.

No quiero generalizar pero creo que los hombres que se sienten así por un hogar son muy pocos, por lo general, y por ende la ausencia de estos en comerciales como el de arriba es que no nos llama la atención. En cambio el grado de satisfacción que sentimos al ver maquinaria o objetos llamados boys toys si, y esto lo pude comprobar muy bien estos días pues por aquí están escarbando agujeros para instalar cables y las maquinarias que hacen las escarbaciones son como grandes juguetes de tonka. Y miraba, y miraba y miraba, sin lleno, como la maquina hacía su trabajo, bien podría yo pasar un lonche, con sandwich en mano viendo las maquinas hacer su jale, a qué se debe, no sé, pero es una fuente de satisfacción sana. Y es que de seguro se debe a que la fuerza de la maquina al escarbar es de admirarse, bueno, me imagino eso será, porque otra explicación no le encuentro aún a que me detenga a observar una maquina escarbar ….

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