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Su hermano se burlaba de él. Le decía mojado. Se peló a rapa y creció bajo una cultura ajena a la suya y nunca supo su lugar si allá o acá. Sin embargo la cultura le inculcó armas, ser felón, saberselas rifar, leyes what not. Era un morro más de los compas que uno conoce y lo waché crecer allá en Los. Por alguna razón conectamos y el destino nos unió en Tijuana, ciudad que unió al padre y a mí por circunstancias que no sé explicar.

El morro cometió un delito y me lo re-tacharon para Tj, BC, Mx. Así de fácil, como las redadas aquellas después de las trifulcas de los Zoot Zuiters en LA allá por los 40’s. El gobierno del PAN no quiere admitir este tipo de inmigración o re-inmigración porque no sabe ni cómo orientarse entre ese marasmo que Tijuana en el arroyo de migrantes que llegan a Tijuana por los miles al mes.

Yo había regresado de Suecia después de un tanto de años, el morro estaba re-escamado, tenía que esconderse los tatuajes que con mucho orgullo se pinto en la piel en SD Califas y tuvo que dejarse crecer el pelo. Sabía que en Tj la ley del Oeste rifa.

No fue el único. Cientos de eso morros terminaron en Tj.

El asunto es que los medioclaseros de Tj nunca se dieron color de la migración que les pegó en la face. Ahora la mafia recluta a esos mismos morros que no se tientan el cora para llevar acabo su empresa. Y es que existe una cabeza que sabe como utilizar estos fenómenos migratorios para uso personal- digamosle Mr equis.

Mr equis se encarga de la gerencia de la plaza en cuanto a personal concierne, es una especie de Gerente Personal o como se les dice en Tijuana una persona que sabe de los Recursos Humanos que existen en la plaza. Él o ella, uno no sabe el sexo del encargado, así que eso de Mr es para desviar la vista.

Existe sobredemanda de este tipo de personal que sería una exageración negar lo contrario. Y es que el personal que está a dispoción de Mr Equis poseé esa cualidad de no querer trabajar lo que nosotros en el terre conocemos como de a dioquis.

No existe nada más peor que trabajar de a dioquis. Y es que el limbo del labor no contempla a los nuestros. Gente educada entre el primer mundo y el tercer mundo que rehúsa trabajar a medias. Es gente con mayor educación que la población nativa de la ciudad y hasta en mayores casos que la gente establecida de antaño. Esta población no le tiene miedo a las armas y de hecho considera las armas como parte de su cultura. Tienen otras ideas de los derechos que poseen y no le tienen miedo a nada. Han crecido bajo una cultura de machismo más corrosiva que la que se da en México. Económicamente son gente que son pobres en los EEUU pero que han sabido vivir mejor que los pobres de México.

Lo único que queda es ganar a medias, dinero fácil, rápido. Dinero al dos por tres. Y Tijuana se presta para eso. Mi compita tenía conectes y la red de morros deportados de SD/LA pronto formaron una red propia en Tj. Había raza, había inglés, había cercanías y se podía vivir como uno quería sin tantos problemas con ley. Al tiempo regresó a las suyas, la pobreza que existe en Tijuana no era para él así que las drogas que tanto conocía regresaron para echarle una mano. El éxito no se hizo esperar y al poco tiempo ya tenía para sentirse a gusto.

Había Gente.

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