domingo (del lat. «dominícus dies», día del Señor)

Pocos saben como es que un día como el domingo se produjo. Tiene su historia. El día domingo nace porque se produjó una necesidad de dedicarle un día al Dios judeo-cristiano al que todo mundo de Occidente le besa sus pies. Domingo traza su pasado a la palabra Dies, Dios. Domingo en Latín es Dia del Señor. Así de patriarcal como suena así es. Pero lo curioso es que una de las primeras uniones entre el capitalismo y la mano de Dios, perdón, la mano de obra, se aliaron para crear una alianza ininterrumpida hasta la fecha, de hecho es una unión, cabrón, whachatelas nada más güey, que es la única forma de unión de la cual el capitalismo ni respinga.

Así es güey, te la juro por ésta que así es. Desde entonces el domingo ha sido uno de esos pilares católicos que se respetan hasta la fecha. Es la neta güey. ¿Te acuerdas cuando me lanzé a Los y terminé de guacho para los yunaites de allá? Ah, pues me mandaron a Alemania en una de esas y ái voy como vil soldado raso. Allá andaba cabron, me cae si no. ¿Quieres que te diga una palabra en aleman? Bueno. Ah no, pues hay ciertos domingos en que no podías manejar por la carreteras con trocas o semais. Así, imaginate, en la cuna del protestantismo el catolicismo tienen ese poder hasta hoy en día, tsss quematelas güey.

– Ahhh, pero el domingo en la conciencia hispana es uno de ocio, ¿cómo es posible que digas que está aliado con el capitalismo?

Wacha cabrón, el domingo de reciente para acá eso indica, le conviene a toda la infrastructura del capitalismo moderno pensar de esto modo. Lo que yo he venido elaborando hasta ahorita es su raíz. Antes el domingo era de descanso, tiempo de alabar al Señor para quedar bien con el patron terrenal (feudal). Ahora no es así, ahora el día de descanso puede ser cualquier día y de hecho el domingo es un día de lujo que sólo la sociedad bien acomodada puede disfrutar, es un día de Ocio delux. Es un día de gasto, donde hay que ir a quemar toda la raya para quedar bien ante los ojos de la sociedad que regula la jerarquización del ‘bien’ de la sociedad.

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