México y la doctrina de aplacamiento

Multitudes de veces las letras que aparecen aquí dan elucubraciones de la política exterior de México. Se ha denunciado que esta última carece de dirección y no existe alguna doctrina al respecto. Aunque la verdad sea otra. La doctrina bien cabría llamerle Appeasement. O aplacamiento. Aplacar a los EEUU cediendo terreno en todo, hasta en las malas fortunas de las compañias de Dick Cheney, Halliburton Inc, la cual abarca todo el espiritú del capitalismo salvaje, tales son las leyes del vencedor, esos son los costos de ser vecino, que lejos de estar al tú por tú, estamos subyugados y nuestro subyugador se enmáscara con una máscara democrática y papeles falsos de moralidad. Ese es el lastro que mejor comprende el psique mexicano. ¿Es menester recordarle al consciente mexicano de las costumbres aztecas, mayas, zapotecas y la cuestión del tríbuto y de otras costumbres de antaño?

Es por eso que el bombazo allá en Egipto repercute más en México que los bombazos de Londres. Le pondrá presión a México y este último cederá aún más ante el poder Yanqui bajo la dirección de Bush Inc. The american Public opinion is deader than dead y su democracia cada día se torna más y más un orden ajeno y lejano de aquellos ideales que le hicieron lo que no hace ni 10 años atrás fue, Clinton, Clinton, we art thou? No estoy para pronosticar su futuro pero lo que hoy veo no apunta bien. El compas completamente desquiciado por fuerzas vestidas de cordero. Todo esto gracias al fanaticismo político de los presentes ideologos que gobiernan a Israel y cuya agenda trajeron el terrorismo al nivel que elllos querían. El endurecimiento de sus doctrinas e ideas aplicadas mundialemnte. Ahora todos comprendemos el terror. Ahora todos comprenden la doctrina Likud. Ahora todos sabemos qué se siente ser volado en un autobus, en un destino turístico. Y gracias a todo a que los valores democráticos que supuestamente la Civilización promueve como en peligro no fueron aplicados en su momento. El Oeste no escuchó, no escucha y no quiere escuchar, no diáloga. We do not negociate with terrorists fue el inició de esta campaña que a lo largo de mi vida se ha hecho más y más palpable en mi vida diaria, en mi modo de ser. Sólo se ve la sombra de una mano dura.

México se ve ahora en medio de esta guerra sin política alguna al respecto. No hay voces dentro de los contendientes a la presidencia que explique a la ciudadania cómo es que enfrentaremos esta ameneza mundial y mucho menos ofrecen soluciones, como los viejos sacerdotes aztecas, esos rituales, no están para explicarselos al pueblo.

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