revenge

y justamente hablando de maldades
fue que vino a mente la tragedia,
diría Fabrio Desgracia,
del poema ese que después,
generaciones enteras,
recitarian con entusiasmo,
que la ONU declararía como patrimonio de la humanidad
y que una mañana de una tarde de esas inolvidables,
con vista al mar, cafe a mano, con piquete y todo,
bien stoned donde el engaño engaña a saña,
donde la mirada se adentra hasta perderse en las profundidades del bosque petrificado que algunas letras pueden presentar en ciertos periódicos, inspiración falsa de poemas malhabidos.

que el ayer hizo de las suyas
con
un pesado pasado.

Poemas escritos bajo la influencia de musas violadas, atadas, secuestradas, a huevo, maltratadas, bajo amenaza de muerte, dentro del circulo vicioso de la ebriedad de la gloria, del malhaber, que me acorde.

¡He pues aquí mi J’accuse!

La guerra is a boy’s game.

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