cholos, pachucos y unas memorias

En Tijuana siempre ha habido una moda xicana peculiar a nosotros. Hay y ha habido pachucos. Los pachucos no solo se dieron en Los Angeles. El territorio de Aztlán, guste o no guste, abarca hasta Tijuana. No me atrevo a decir otras partes de Baja California porque eso no lo sé, sólo sé lo que he vivido. Lo interesante de este fenómeno xicano en Tijuana es que al joven residente tijuanense de los 50’s y 60’s poco se le conoce pero a juzgar por una foto que tengo de mi madre recargada en una pared se ve que la moda de los 50’s, conocido en ciertos ámbitos como Sha na na, les llegó y emulaban esas modas (como en otras partes de México pero con mayor amplitud en Tijuana me imagino), y no es de sorprenderse puesto que tanto como a mi generación, como de seguro la generación de ellos, siempre hemos sido impactados por las modas provenientes de California.

Cuando yo desperté a las modas iba en descenso la de los cholos. Mi barrio, conocido como el Maya 13, era un nido de cholos y hasta tenían su base en el parque Teniente Guerrero, se les conocia como los de la Tercera Park. Yo alcance a conocer a varios, como al Pájaro, el Memo, el Beto, Negrito y quién sabe quién más, esos eran los veteranos para nosotros, estaban bien correteados ya y tenían un historial de uso de drogas que iba de la Ocho a la Peni. Estos le ponían a toda clase de solvente posible, spray, tiner y chemo hasta pildoras, mota, peyote y todo lo que cayera al barrio y se pudiere administrar por alguna parte del cuerpo. Carteristas, cacos y vagos profesionales sabían muy bien el arte del ocio, dice el rober castillo: “Damas y caballeros bienvenidos a Tiyei, donde cholos, surfos y panquillos, narcos, sicarios y judiciales, hacen del ocio su negocio”. Hoy por hoy te los encuentras a veces en ese famoso bar que la raza bloguera bien a tenido a corromper con sus necias sesiones intelectualoides de reciente para acá, por eso me sorprendió leer una vez en el blog del Rafa que ya no había cholos en Tj, sí el Zaca, cuando no está invadido de morros middle class eso es, un tugurio para los cholos modernos y uno que otro veteran de los 70’s.

El pachuco en realidad hoy por hoy es una moda pero tiene su historia detrás de sí, en Los se les conoce como Zoot Zuiters y estos son los que Octavio Paz habla en su libro el Laberinto de la Soledad. Mas también es una marca de identidad para el Xican@, es parte de su historia. Así como también la moda del cholo es parte de la identidad del Xican@, el pachuco es el origen de la rebeldía xicana.

Francamente a nosotros los morros nuevos del barrio nos daba risa como los cholos de la Tercera Park preferían sus Oldies but Goodies, mientras nosotros íbamos cada domingo al Regines, conocida como la Odisea por un tiempo, o al Casa Blanca (los de la Zona Norte preferían el Mike’s, abajo del Regines por alguna razón que desconozco, pero ahí no entrabamos al menos que quisiéramos una putiza bien dada) con nuestros Vans, Pony’s, Converse y Levis ellos se iban al Ranchito, vestidos de Kaki, camisas de lana cuadradas con colores marrón, gris o negro, bien 50’s acá, pinches cholos cabrones, esos se aventaban broncas de a filerazos; uno acá vestido dizque bien surfo hasta le sacaba uno la vuelta. Los late 80’s en la Revú fueron interesantes (claro, yo los viví, je!), en especial los domingos, entonces la juventud de Tijuana se volcaba en manadas por la calle de la Revú y bajaban hasta de los cerros como decíamos los del centro, me cae si no. Solían “tirar el rol por el tango” y de ellos es la palabra esa de Tijuas, el tango o si no el dauntaun, con sus morritas igual de cholas, vestidas de negro, pelo largo y bien pintadas en la face, los vatos iban caminando con sus jainas bien aperingados y en el brazo por lo regular llevaban una camisa colgando, a que pinche cura recordar todo esto que hasta ya le perdí el hilo al rollo este.

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