Misiva

No quiero saber si soy correspondido

No me importa porque tu impacto en mi lo he relegado a  un delirio mental. Porque eso es lo que eres, ni más ni menos. Solo así puedo matar la esperanza que me harías daños irreparables.

Eres poderosa, me causas tremendos conmovimientos incapaz de describir. Lo que me causa curiosidad es cómo es posible que una persona que llevo rechazando tanto tiempo pueda lograr asentamiento en las corrientes de mi consciente. Te llevo dentro de mi todo el tiempo, a qué se debe no sé.

Lo que sé es que por fin he podido acaudalar la suficiente fuerza como para no dejar que tu energía me causé dolor en las venas. ¿te he mencionado que ese es el dolor tan intenso tu sola presencia me hace sentir? Ahora puedo llamarte con mis deseos, pasar por tu lado, y pretender que no siento nada por tí, que eres una persona más como las otras.

Quizá lo más difícil es aceptarte sin que me conmuevas, esa maestría tardará.

This entry was posted in Arbol, Espiritualidad. Bookmark the permalink.