Jubilation

Ser inmigrante conlleva a sueños a raros, como el viejo pescador de Hemingway en The Man and the Sea: sueña la jubilación. Yo sueño también.

Aquí en Suecia eso de jubilarse hay que planearlo. Yo creo que es negocio redondo para algunas empresas en Suecia dedicarse a promover la idea de la jubilación todo el año. Si las naciones se pudieren clasificar por los comerciales televisivos yo creo que Suecia no tuviere escape de lo obvio al observar que anuncios de planes de jubilación son cosas de 7/24, 365. Es importante. Es el mismo modelo que le quieren vender a países como México pero que para nosotros eso significa una transa más para chingarnos de los pocos pesos que tenemos. No existen mecanismos para asegurar los ahorros de uno. Ni siquiera hay cultura del ahorro en México, solo la del sobrevivir.

Yo no sé para qué ahorro. Tengo una cuenta de ahorros para el día de mi jubilación pero como que no tengo poder como para poder cancelarla, sería un escándalo de mayores proporciones en este pequeño pueblo cuyo infierno es más grande que el que Dante diseño para uno que es de sangre latina. Yo no sueño con el día que pueda descansar y poder disfrutar del dinero ahorrado. Mis tíos adoptivos, esos sí, esos si planearon todo muy bien y ahora viven, como reza el dicho aquel, de sus rentas. Ellos se fueron al Otro Lado y ahora disfrutan una vida agradable y cómoda sin más amenazas que las ansias de los hijos por la herencia de lo que dejen ya que petateén los ruquitos. Yo sueño diferente. NO sé si es malo ni tampoco sé si es bueno, es un sueño.

Yo quiero ayudar a la gente de México. Yo quiero poder irme de este país algún día y poder ayudar a la gente con sus problemas lingüísticos. Sí, sé que suena idealista pero ese es el sueño. No sé porqué me nace esa fantasía de querer ayudar a mis connacionales. Pero yo creo que todo tiene que ver con la idea de que extraño a mi país y echo de menos a su gente, ese el momento que vivo este minuto y eso influye demasiado en mis deseos aunque esos deseos sean deseos de mucho antes ya. Es una idea que me coquetea de hace mucho denantes cuyas raíces se remontan a las ideas esas de dar servicio cívico, no sé si eso se da aún pero en México todos aquellos que terminaran una carrera tenían que brindar un servicio social. Ahora no sé pero tengan ustedes ahí esa idea germinándose aún en mi cerebro. Ahora, yo me conozco y las posibilidades de hacerlo o no hacerlo son iguales.
Pero sueño que en mi vejez pueda ser útil aún, ese es mi sueño y quiero ser útil enseñado inglés o español. Pero que locuras, que cosas más chochas pero sí, ese es mi sueño el día que me jubile.

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