Sexo en Suecia

Creo que no es un secreto que la perspectiva que uno tiene sobre el sexo varia según el país. A nosotros los norteamericanos se nos inculca ya sea reprimir la idea o no hablar sobre el sexo a toda costa. En especial los católicos que no quieren ni saber del acto en si. Ya no se hable de los puritanos quienes la solo idea es una abominación y afrenta a Dios. Pero en Suecia la cosa es diferente. No hace mucho salió un comercial de comida acá. En el sale un niño que hace preguntas sobre un libro de Kama Sutra que encontró en el apartamento del papá. Aquí les dejo el video para que vean la cosa.

El caso va a que a pesar de lo liberal de la situación sexual yo simplemente no me acostumbro a adaptarme a la idea de que uno debe de hablar sobre sexo. Y es que eso implica en si despojarme de varios prejuicios y controlar varios impulsos vergonzosos. Creo que me entienden de lo que les hablo.

Pero a pesar de todo ello existe un fenomeno sexual en Suecia que no acaba de dejarme sorprendido cada vez que lo oigo mencionar. El fenomeno es conocido como kk lo que es un acrónimo de knull kompis. Knull kompis quiere decir simple y sencillamente amistad copular. Si, leyeron bien, amistad, amigo, amiga para culiar, cojer, hacer el amor, tener sexo et cetera ad nausem. Aquí en Suecia uno puede tener sexo sin las pesadas condiciones ni las artimañas de una relación sin la mayor pretensión de hacerse el favor el uno al otro. Uno coje y ya, no existen lazos comprometedores. Y al otro día, con esa fantástica estrategia de olvidarlo todo que tienen los suecos de un día para otro, pues como si nada. Ya lo pasado pasado diría ese famoso cantante mexicano, José José.

Las dinámicas de este fenomeno social son varias. Por lo general ocurre dentro de la población de adolescentes y rara vez lo he escuchado mencionar entre los adultos los quienes por obvias razones poseen un sistema de sentimientos mayor desarrollado que el de los jóvenes. Este acto no es causa de una ola de indignidad entre la población de Suecia, para nada, se habla hasta en la mesa de merienda y no es para el mayor escándalo que los jóvenes anden por ahí dando las nalgas para el sólo propósito de la satisfacción sexual. De hecho me sorprende cómo los padres de familia admiten que sus hijos u hijas traigan a la casa a amiguitos para pasar la noche juntos y no exagero que hasta ni les molesta escuchar todo el repertorio de ruidos asociados con tal actividad ni sienten el menor pudor al otro día por las actividades de la noche anterior. Es nada más de tomarse el cafecito y como reza el dicho mexicano, aquí se rompió una tazita y cada quién pa’ su jacalito. Otra dinámica es que los jóvenes son expuestos a fenómenos sexuales desde una edad temprana, aquí no hay pudor que impida hablar sobre lo que los animales hacen y el por qué lo hacen así como tampoco se les es extraño explicar por qué sufre uno los cambios emocionales con el curso de los años, y en este caso, en pos del desarrollo y después del desarrollo.

Para aquellos que quieran mayores detalles de cómo iniciar una de esas relaciones creo que les voy a defraudar, la verdad es que yo solo alcanzo a escuchar sobre el fenomeno ya sea mediante revistas o conversaciones pasajeras y no tengo ni la más remota idea de cómo se inicia una de esas relaciones. Y como dije, es un fenomeno entre jóvenes.

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