Maestro

Profe, teacher, lärare.

Casi no escribo sobre mi profesión porque realmente no soy de los que les da por hablar por o de su profesión. De hecho no creo tener una profesión, trabajo, recibo un suelo y ya. Sé que es porque para mí, mi profesión no es una de esas cuestiones de la que me deja asombrado, y mucho porque impartir un idioma en el extranjero se limita mucho a módulos fáciles de administrar y una vez cumplidos el estudiante procede al siguiente módulo y así. Sé que no es fácil para el lector poder comprender esta especie de docencia ya que lo más seguro es que aprender idiomas este cubierto bajo esa manta mágica de que es imposible de hacerlo.

Échenle la culpa al mismo idioma español. Este idioma esta cargado de un virus contraproducente para sí mismo a pesar de que se presta a una serie de mutaciones que alteran la misma fabrica de su esencia. No quiero entrar en detalles pero baste ciertas actitudes mentales para confirmar lo último. Una de ellas es la fascinación casi al punto de éxtasis de asombrarnos de que otros hablen otro idioma aparte del español. Es una enfrascación titulada encapsulación cultural. La otra es el mismo desdeño intrínseco al idioma, algo como un dejo francés, limpia, fija y da esplendor. ¿Os acordáis de tal desfachatez? Pues bueno, eso hace que los extranjerismos nos limiten la expansión lingüística. Pero venga, ¿quién podrá contra la DRAE?

Pero ser profesor no se limita a la enseñanza de materias. Es mucho más aunque la ecuación se limite al simple contacto de un ser humano con otro ser humano. Me imagino que este contacto a su vez es regulado tanto aquí, Suecia, como en México y en China. Y me imagino que la queja más frecuente es la labor administrativa que conlleva el ejercicio de ilustrar.

Aquí en Suecia hay metas para todo. Como aquí las metas de enseñanza han dejado hace mucho de ser esas que se encuentran en mi país de origen, como México, o sea, la de alfabetizar a la población, las metas entonces son adquirir niveles de sofisticación intelectual. Aquí todos los estudiantes, por ejemplo, para el termino de su bachillerato que requieren estudios de tres años o seis semestres, deben de hablar el idioma inglés casi al par de un nativo o por lo menos poder darse a entender y llevar a acabo una conversación sin muchos problemas de por delante y si a lo peor los estudiantes tienen la capacidad de poder entender y escuchar bien el inglés aunque en practica no lo puedan hablar o escribir. Y aquí estamos hablando de una minoría y no de la mayoría. Recordemos que Suecia es una sociedad que practica en el fondo la idea de que todos son iguales y por ende todos los estudiantes deben de recibir la misma educación. Esta claro que todos los estudiantes no logran estos objetivos pero la mayoría logra llevar acabo las buenas intenciones del gobierno. No lo digo en general sino porque lo vivo, la mayoría de las veces llevo a cabo las enseñanzas de inglés en el idioma inglés en más de 90% de mis clases. Y es que el gobierno tiene como meta que los estudiantes sepan cierto nivel de inglés y es una materia obligatoria para poder graduarse. Esta materia se llama Engelska A o sea, English A. No es nada difícil la verdad, esta materia es simplemente una repetición de lo que han cursado dentro de los últimos seis años. Y es que antes de que los jóvenes pisen un planten de preparatoria o bachillerato, el estudiante ya ha recibido varios años de educación anglosajona. Esta meta es a largo plazo.

Las metas del gobierno son muchas amén de las metas que cada curso que se imparte en la escuela tiene como meta entregar una cierta calidad de educación a todos por igual. Estas metas por general son formativas que inculcan valores cívicos relacionadas a la idea de la democracia sueca. Se inculcan valores como el respeto al derecho ajeno, el respeto a otros ya sea por raza, orientación sexual y aspecto físico y la libertad de expresión. Esto no garantiza que algún profesor patito [sin estudios] por ahí no logre infiltrarse en el sistema educativo y acabe de arruinar las buenas ideas que requieren de una buen profesor para que estas metas se lleven acabo. Lo bueno es que el sistema educativo está provisto de más profesores que saben lo que hacen que los que no saben lo que hacen. Debo recalcar que estos tipos se les considera obehöriga, o sea, sin carnet de enseñanza. Lo único malo de este tipo de profesores sin credenciales es que pueden ser desde personas con educación superior hasta personas sin más educación que el bachillerato. Los sindicatos de profesores odian a estos últimos. Aquí lo que existe es la demanda y la demanda requiere de estos trabajadores sin permiso de enseñanza. En este ramo bien se puede llegar a la conclusión de que en Suecia siempre existe la falta de cierto tipo de personal.

Bien, tenemos pues, metas gubernamentales, lo que podría clasificarse metas de los cursos que se imparten y ahora hablaremos de la metas que el municipio tiene para sus ciudadanos. Estas metas en realidad no difieren bastante de las del gobierno y la entidad que regula la educación en Suecia y no es más que simplemente la idea de reforzar y llevar a cabo al pie de la letra lo que se le promete al ciudadano en terminos de educación.La diferencia entre las metas del gobierno y el gobierno municipal es que estos ultimos se trazan metas en común no ya con el gobierno sino con las empresas locales que exigen cierto nivel de educación en los alumnos de las escuelas de bachillerato o preparatoria. Existe una especie de lazo umbilical entre las compañias, fabricas y demás organos financieros del municipio y siempre existe un dialogo entre estos dos últimos actores para facilitarse de personal adecuado para sus respectivas empresas.

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