Lo note muy después …

Cada quien es un universo con sus respectivas galaxias, planetas, y estrellas. Somos más inconsistentes que nada, a uno le gustaria pensar que tenemos creencías firmes y que deberíamos adoptar posiciones y atarnos a lo que decimos sin vacilar mucho. A esa trampa sólo les deseo a los políticos que ellos no caigan pero no, ahí van y dicen esto y el otro cuando la mente sólo sabe alimentarse de correcciones tras correcciones, como un espacio que sólo sabe extenderse hacia la infinidad. Nada es consistente, ni el mundo ni el universo, mucho menos nosostros mismos, nos dijo un profesor de filosofía una vez en Redwood City allá por el 1988 a muchos: “Tu no eres el mismo de ayer“. Desde entonces esa frase se me quedo en la cabeza.

Mas eso no quiere decir que ciertas ideas y experiencias de reaccionar ante recurrentes rutinas no sean las mismas que ocurren con frecuencia: yo escribo diario por ejemplo.

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