revocación


Primero lo leí en el periodico de derechas sueco, en el rss, Nobelpristagare: “Svarta mindre smarta än vita.

Después me dirigí a Gene Expression, mi blog favorito sobre temas de genética. Is James Watson a racist?. Quién sabe, pero él parece estar cerciorado de que hay diferencias.

Yo lo miro todo bajo el prisma de la economía.

Después del todo el so llamado mundo desarrollado logró su desarrollo gracias a miles de muertes y muchos años de represión y unos cuantos más gracias a que la condición de tales circunstancias de la normalidad, la negociación de la paz y la independencia de la democracia las dictaron esos seres superiores que hoy se mofan de lo inferior que otros son, tal cual Birmania hace hoy. Quieren garantizar que sus miles no terminen en ese vortex mal llamado ‘justicia’.

Lo peor de todo es que la mala raíz del nazismo y de las clasificaciones raciales de la antigüa corona española por querer purificar su sangre de los árabes sigue intacta hasta la fecha, por algo le llaman mala yerba de seguro.

Aquí existe una lógica, en el Occidente, de que el qué más juguetes tiene antes de morir, gana. La riqueza acumulada por esas generaciones llenas de sangre y que disfrutan de miles de miles de dólares mal ganados y luego querer sentirse superior a los demás si tan sólo por poder tener mayor poder de adquisición es una grosera tergiversación de la vida.

Seamos francos, los blancos no están en el lugar que están por ser más inteligentes que los demás sino por el simple hecho de poder haber sido los primeros brutos en hacer de la violencia un buen negocio esto a pesar de que la conciencia de la humanidad prohíbe tales actos, así de simple es la lógica de la vida.

Aún bajo esas ópticas no me cabe la menor duda que la inteligencia no sirve para saber guardar un poco la lengua, jode, si ese güey que ganó un premio nobel, por una estupidez, para poder decir estupideces, entonces yo merezco más. Ante esto, no cabe la menor duda que revocarle el premio sería lo más justo para la humanidad, o quizá este equivocado, sería eso justo para la humanidad que se quedará con él, después del todo, merecemos eso y más. No hay que mentir sobre nuestras más íntimas fragilidades.


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