sobre un libro regalado por dos amigos tijuanenses: Edmond Jabès

Qvole amigo

Me pregunto porque quitas los poemas que publicas en tu blog. Tu sólo tienes la respuesta a ello.

Es interesante, sin embargo, saber que llevo dos ya que me has quitado.

***

Por estos días acabo de terminar de leer a Edmond Jabès. El pequeño libro de la subversión fuera de sospecha que graciosamente tu y Sathaniel me obsequiaron.

Debo de confesar que al recibirlo de tus manos y echarle un vistazo a las letras me emocionó el contenido. Le vi su universo como quién mira un peep show.

Por estos días lo agnóstico, lo ateista, lo Tomás, me gana.

Se me es difícil creer en algo. No porque esté pasando por una crisis espiritual sino porque tengo dentro del alma algo mucho más americano que las viejas filosofías con tradición en el viejo continente.

Simplemente me faltan ganas o no hay ganas, lo cual es más de lo último que de lo anterior, que impulsen no el cuerpo sino el alma.

Tardé mucho en terminar de leer el libro, me lo dieron en el 2004. Y creo que fue para lo mejor, o sea, que me haya tardado en leerlo y no recibirlo.

Jabès es un judío que se atiene mucho a sus sensibilidades históricas, por un así decirlo, de su pueblo.

En lo particular considero que los judíos y los cristianos son unos cretinos por impulsar su manera de ver el mundo y esta vida vía la fuerza. Por igual, se podría argumentar lo mismo de otras creencias que impulsan sus creencias como las únicas.

Mas eso no impide que no comprenda lo que ellos denominan como ‘sagrado‘.

Para nada.

A Jabès le gusta este juego Occidental de que la Palabra es Sagrada.

Puede que así sea.

Para mí no lo es por el simple hecho de que la Palabra que Jabès mantiene en reverencia ha destruido la Palabra de los míos en México.

Te confieso, estimado amigo mio, que la Palabra tiene manifestaciones de las cuales no tenemos ni una puta idea al respecto.

Y es donde entran mis ideas de que los judíos y los cristianos son unos cretinos porque mientras ellos alaban un mundo espiritual, quezque sagrado, ellos se atienen a lo único que verdaderamente importa en este mundo, como Tomás ante Cristo: la evidencia.

Los judíos/cristianos no se llaman el Pueblo del Libro por motivos circunstanciales. Ellos tienen la evidencia. Ellos tienen el Libro, la evidencia. La única evidencia que importa porque ellos saben que lo que importa es lo que queda, en este mundo material, y no lo que no está, y no lo que fue.

Y contéstame, ¿a cuántas culturas no le han robado su historia estos pueblos del Libro con su Palabra?

Y por eso lo resistí, por eso me burlé, como todo Americano debe, ante estas nimiedades que nada tienen que ver con un Americano.

Quizá dirás, pero bueno, a lo mejor te hice un mal con el libro de Jabès, y te diré: para nada. Al contrario, el libro ha cumplido su propósito.

Gracias y que estés bien amigo mio.

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